La familia Bompadre se dedica a la producción de granos en Catriló, La Pampa, y también brindan servicios de cosecha a vecinos y colegas productores. Conocidos en la zona por sus servicios de contratistas, su trabajo como cosecheros de granos gruesos sufrió graves trastornos en esta campaña, ya que desde hace dos meses tienen su principal fuente de ingresos, la cosechadora, parada en un lote por la falta de un repuesto.
La problemática de los Bompadre está vinculada a una bomba hidráulica de su cosechadora, que no se consigue repuesto original en Argentina, ya que su maquinaria tiene origen estadounidense.
Los Bompadre estaban cosechando girasol en un campo en Lonquimay y luego de trabajar 20 hectáreas, se les rompió la bomba de la 9770 modelo 2014. “Como no se pudo conseguir la bomba original, se consiguió una bomba nacional, se sustituyó con ese repuesto pero ya estaba terminando la campaña de girasol. Esa bomba llegó a hacer 50 hectáreas de girasol. Luego pasamos a la soja y se rompió el repuesto nacional” cuenta Roberto, de la familia contratista.
Desde la familia pampeana cuentan que “existe la posibilidad de volver a sustituir la bomba con otra nacional, pero corremos el riesgo de la compatibilidad, y se nos pare el equipo en plena cosecha, con los contratiempos que eso implica, que se pueden contar en semanas de improductividad”.
La cosechadora está en el campo, donde quedó parada. No se puede trasladar, no se puede encender. Quedó en el lote donde estaba trabajando, quizá como postal de la impotencia, en el medio del lote. “Se rompió en la soja, hace casi dos meses ya. La concesionaria no puede conseguir los repuestos, ya que no hay stock” dicen los dueños de la cosechadora.
Desde la concesionaria de la compañía que fabrica maquinaria les prestaron una cosechadora para que puedan terminar de trabajar, pero eso genera pérdidas de tiempo en acondicionamiento, configuración, etc. “Están esperando el repuesto de la bomba, para poder hacer funcionar la cosechadora. Esto te da de pensar, que si un gigante mundial se queda sin stock de repuestos, que queda para el resto”.
“Con este panorama tomaron la decisión de prestarnos una cosechadora. Pero no es lo mismo cosechar con algo prestado que algo propio. Como nos había llegado el repuesto, habíamos devuelvo la cosechadora, pero se volvió a romper y ahora para cosechar el maíz nos volvieron a prestar. Pero le tenemos que cambiar las cubiertas para no salir al campo y renegar, que nos hace perder tiempo. Si se nos llega a romper a nosotros es otro problema. Después tenemos que devolver la cosechadora en condiciones y con la configuración como nos la dieron” explica Roberto.
Los Bompadre cuentan además: “Estamos a la espera de una solución, pero esta campaña la perdimos. Hicimos 30 hectáreas de girasol, se trancó, llevamos otra cosechadora y recién se pudo solucionar terminando la campaña. Hicimos otro lotecito y se notaba el cambio. Cuando la máquina iba a salir hacía una sacudida. Andaba bien, pero duró poco. Está estipulado que cuando usas fierros, algo se puede romper, pero esto no estaba en nuestros planes. Estuvimos a punto de buscar un equipo de terceros, es decir, tercerizar el trabajo para poder cumplir con las obligaciones”.
En este contexto, los contratistas pampeanos no cargan sus tintas contra la concesionaria, ni contra la compañía fabricante. Ellos grafican la situación que se está viviendo tranqueras adentro por la falta de soluciones a los problemas de importación, en este caso, de repuestos.
Buen dia,
En la nota se menciona es un problema del fabricante Johnn Deere y al final de la nota que “… la situación que se está viviendo tranqueras adentro por la falta de soluciones a los problemas de importación, en este caso, de repuestos”
Si el repuesto está disponible y la importación fuera el caso, podría ayudarlos en ello.