La jornada de este viernes estuvo impulsada fundamentalmente por factores alcistas surgidos en el ámbito del propio mercado agrícola global.
La consultora agrícola ProFarmer, que todos los años organiza para esta fecha una gira por el Medio Oeste de EE.UU. para evaluar el estados de los cultivos de granos gruesos, proyectó hoy una cosecha estadounidense de maíz 2022/23 de 349,4 millones de toneladas, una cifra bastante lejana a la última estimación oficial del USDA, que fue de 364,7 millones.
En lo que respecta a la soja, la estimación de ProFarmer de 123,4 millones de toneladas resultó prácticamente equivalente a la realizada por los técnicos del USDA (123,3 millones).
El gobierno de India estaría evaluando suspender la exportación de ciertos tipos de arroz para asegurar el abastecimiento interno de ese alimento básico, indicó hoy un artículo publicado por el medio local The Economic Times.
La noticia es ultra-alcista para el mercado global de cereales porque India es el mayor exportador mundial de arroz. Según estimaciones del USDA, en el ciclo comercial 2022/23 la nación asiática debería embarcar 22,0 millones de toneladas de arroz sobre un total mundial de 54,6 millones.
La situación presente en Argentina, el principal exportador mundial de harina y aceite de soja, sigue complicándose ante la creciente crisis económica y cambiaria presente en el país.
En el presente mes de agosto, los embarques argentinos programados de harina de soja –según datos oficiales– suman apenas 1,36 millones de toneladas, cuando el promedio de las últimas tres campañas para ese mes fue de 2,63 millones. Pero lo peor es que los embarques programados para septiembre y octubre próximos hasta el momento son de unos insignificantes 188.144 y 315.000 toneladas respectivamente.
En lo que respecta al aceite de soja, los embarques argentinos programados para este mes de agosto suman 326.434 toneladas versus un promedio de 435.711 toneladas de los tres ciclos anteriores para ese mismo mes.
El “bache” dejado por la Argentina está siendo cubierto parcialmente por Brasil y EE.UU., lo que explica la fortaleza de los precios de los derivados de soja en el mercado estadounidense CME Group.