No es novedad que la Argentina batió récords de exportación en 2021, muy saludables para su frágil condición económica y social. Tampoco es novedad que el agro jugó allí un desempeño trascendental, pues aportó más del 70% de las divisas obtenidas. Un informe del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) precisó que fueron 51.223,6 millones de dólares los que sus 34 cadenas aportaron el año pasado. Esto fue un 27,6% más que en 2020.
Dicho esto, que no es novedoso, lo interesante de este estudio del CAA -el bloque de más de 60 entidades y cámaras vinculados a la actividad agropecuaria- es que segrega el comportamiento exportador de cada una de esas cadenas productivas y elabora una suerte de semáforo (rojo, amarillo y verde). El ejercicio permite ver con claridad que lo que parece ser “Argentina año verde” en realidad no lo es tanto, pues hay un único rubro que tiene vía libre y avanza rápido. El resto lo hacen más lento, están frenados o incluso retroceden.
¿Cuál es el rubro al cual el CAA le asignó el color verde? No es muy difícil adivinarlo: la cadena sojera.
La soja, en efecto, es la única de las 34 cadenas comparadas por este informe del CAA que tiene asignado, por su desempeño exportador en volúmenes, el color verde. Su desempeño en 2021 fue realmente envidiable, pues aportó Exportado 23.719 millones de dólares, el 46,3% del total de divisas que llegaron desde la agroexportación. Y en volumen, los embarques de harina o pellets de soja (principal producto exportable del país) treparon 15,5% de un año a otro. Y el conjunto de las posiciones vinculadas a la cadena nada menos que 55%.
Pero el dato que permite asignar el color es que la cadena sojera se posicionó en 2021 muy por encima del promedio de exportaciones de los últimos años. Es ese el comportamiento que se evalúa en este trabajo.
Por eso, en el resto de los rubros el comportamiento exportador no ha sido tan brillante como parece.
En este primer lote de economías agropecuarias, en rigor, no existen los verdes. En este semáforo los analistas del CAA explican que “los colores hacen un ranking de las variaciones absolutas, siendo verde la mayor variación absoluta y roja, la menor”.
Rojo fue el resultado del ajo, una economía vital para Mendoza, cuyas exportaciones retrocedieron 19%, en tanto que se asignan naranjas a los negocios de la alfalfa, el arándano, la avicultura y los cítricos. El resto de las economías agropecuarias, desde este análisis, mereció el color amarillo.
Y en este segundo lote, donde la soja con un verde oscuro y con menor intensidad el maíz, también abundan los promedios: ni fu ni fa. Aquí el rojo corresponde a una economía regional clave para el NOA y especialmente para Tucumán, el limón, cuyas exportaciones retrocedieron 9% en 2021, en casi 40 mil toneladas. Grabanzos, maní, y peras y manzanas, son otras actividades con malos resultados.
En este contexto donde en realidad son pocos las cadenas agroalimentarias exitosas en materia exportadora, el coordinador general del CAA, el presidente de la Bolsa de Cereales José Martins, manifestó su satisfacción porque el gobierno nacional incluyó el proyecto de Ley de Promoción de las Exportaciones Agroindustriales en el temario para las sesiones extraordinarias en el Congreso.
Escuchá lo que decía Martins sobre esta iniciativa:
“Este es un proyecto de ley que lo que busca es estimular inversiones, y entre otras cosas tiene amortizaciones aceleradas, devolución de IVA para inversiones especiales, incentivos directos para semillas, fertilizantes, también incentivos para la invernada, para ir hacia una faena de animales de mayor peso. Es el primer paso. Buscamos que sea el primer hito, pero continuaremos trabajando en la propuesta de políticas agroindustriales que incentiven más la producción”, afirmó Martins.