La situación venía siendo anticipada por diferentes referentes de la actividad hípica a Bichos de Campo en los últimos meses, pero la última estadística del Ministerio de Agricultura la confirmó: la situación sanitaria que se desencadenó tras la propagación del Covid le pegó mal a uno de los negocios que tienen los criadores para recuperar su inversión: las exportaciones de caballos en pie se desmoronaron un 33% en cantidades. Pero el aporte de plata se desinfló hasta 56%.
Según datos de la dirección Equina de Agricultura, hasta noviembre -en medio de restricciones de todo tipo- se habían enviado al mundo 1.875 ejemplares, en especial de caballos de polo, un 33% menos respecto de los 2.705 del mismo periodo de 2019.
Pero esa no ha sido la peor noticia para los criadores de las diferentes razas equinas, que suelen encontrar en la exportación de sus caballos una manera de recuperar parte de los costos de la cría, que lleva varios años y no ofrece otras compensaciones salvo en el caso del turf.
La peor noticia es que los ingresos generados por las exportaciones cayeron todavía más, pues hubo un brusco descenso de los precios. La precisión es que si en los primeros 11 meses de 2019 se habían exportado equinos por 27,7 millones de dólares, en 2020 las ventas solo aportaron 12.1 millones. Es decir que los ingresos retrocedieron el 56%.
Hace pocos meses Bichos de Campo realizó un programa especial sobre la actividad hípica, donde ya se anticipaba este fuerte ajuste por culpa de la pandemia:
Esta resultado de las exportaciones de caballos en pie es claramente el peor de los últimos años, ya que desde 2010 el valor promedio de las exportaciones ha sido de unos 26 millones de dólares. El mejor registro se logró en 2018, con 2.700 caballos vendidos por casi 36 millones de dólares. En ese lapso histórico, el valor promedio de venta de cada ejemplar fue de unos 8.800 dólares.