La reciente suba del precio de la soja en el mercado internacional se explica mayormente por una suba de las compras realizadas por China ante la necesidad de acumular reservas del poroto en un contexto geopolítico incierto.
Un informe del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) explica cómo opera la estrategia del gobierno central chino para administrar tales compras, lo que evidencia la capacidad presente en un régimen totalitario para gestionar grandes volúmenes de commodities.
Datos de la Administración Nacional de Reservas Alimentarias y Estratégicas de China muestran que la capacidad de almacenamiento de granos en el país supera las 700 millones de toneladas, una cifra 36% mayor a la registrada una década atrás.
“La demanda de importación de estos productos básicos estratégicos puede ser impredecible, ya que las importaciones no solo se basan en las condiciones del mercado, sino también en la demanda para reponer las reservas. La estimación actual de las existencias totales de soja de China es superior a los 36 millones de toneladas”, señala el informe del USDA.
Las reservas estatales de soja son empleadas por el gobierno central para regular el precio interno de la oleaginosa a través de subastas públicas en las cuales se ofrece el producto a valor inferiores a los de mercado.
Por otra parte, la oficina del USDA en Pekín estima que en 2024/25 las importaciones de soja por parte de China serían de 103 millones de toneladas, una cifra equivalente a la esperada para 2023/24 y muy inferior a la proyectada en el último informe oficial de oferta y demanda mundial de productos agroindustriales del USDA.
“La estimación de las importaciones estables para el año comercial 2024/25 se basan en un ligero aumento en la demanda de molienda a partir de un modesto incremento en el consumo de harina de soja, ya que los precios más bajos del insumo incentivan a las fábricas aceiteras a emplear una mayor proporción de soja”, apuntó el informe.