Hoy termina el mes de mayo.
Ha pasado el mes de abril y también ha pasado el mes de marzo. Fue justamente en marzo, pero de 2020, cuando el ministro Luis Basterra, para atajarse de las críticas que le llovieron al gobierno por la suba de las retenciones a la soja, prometió crear un programa de compensaciones a los pequeños productores de ese cultivo.
Han pasado desde entonces 14 meses y todavía queda una cuenta sin saldar para con unos 4.000 de esos productores, los que vendieron su soja después del 31 de septiembre del año pasado.
No es tanta plata la que se debe de aquel operativo, que iba a tener un costo total de 6.700 millones de pesos (menos de 80 millones de dólares), según las estimaciones oficiales. O mejor dijo, es casi nada de dinero comparado con loas recursos que el propio Estado, por vía de los derechos de exportación a la soja y sus derivados, recaudó del sector.
Con una alícuota de retenciones que permanece en 33%, al fisco van a parar por lo menos 180 dólares de los 550 a que cotiza la oleaginosa en el mercado internacional. Por 45 millones de toneladas, son más de 8 mil millones de dólares. La pucha, lo que queda por pagar son apenas migajas.
“Están por cobrar la cuota a los productores que vendieron luego del 30 de septiembre. Hay un cruce de datos importante y cumplido eso se les pagará seguro durante este mes”, dijo a Bichos de Campo a mediados de marzo, el nuevo secretario de Agricultura, Jorge Solmi. Luego lo repitió en otros medios. Pasó marzo, pasó abril y pasó mayo.
Ahora, frente a la demora visible, la explicación oficial es que es el Ministerio de Economía de Martín Guzmán, el que se engulle toda la plata que se recaudad de las retenciones, el que no gira el dinero necesario para terminar de saldar los pagos pendientes. Había un listado de poco más de 41 mil productores a los que les correspondía cobrar esa devolución de una parte de las retenciones (al que más le devuelven son 10 puntos de los 33 que se descuenten por ese tributo). Cobraron 37 mil a fin de 2020. Faltan 4 mil.
Y la rueda que debería comenzar a girar de nuevo, porque la Ley del Congreso que en diciembre de 2019 autorizó al Poder Ejecutivo a elevar las retenciones a la soja del 30 al 33%, y que está vigente hasta fines de 2021, también le ordenó a los funcionarios comenzar a segmentar de alguna manera entre los distintos tamaños de productores. Deberían repetir este programa, o diseñar algo diferente para cumplir con ese objetivo.
Basterra habló sobre esta segmentación en marzo del año pasado, cuando anunció este sistema de devolución para los más chicos, que 14 meses después sigue sin haberse completado.