Esta semana las autoridades del Banco central (BCRA) publicaron una resolución (Comunicación “A 7770”) supuestamente diseñada para permitir que los exportadores puedan emplear divisas ingresadas en concepto de prefinanciaciones de exportación para pagar importaciones.
Esa posibilidad, en teoría, permitiría que las compañías agroindustriales que importan fertilizantes puedan emplear divisas obtenidas a través de prefinanciación de exportaciones para poder liberar importaciones de fertilizantes, las cuales siguen siendo trabadas por el gobierno ante la escasez de divisas.
La cuestión es que la norma determina que la prefinanciación no debe tener vencimientos de capital o intereses hasta que hayan transcurrido 240 días corridos desde el registro de ingreso aduanero de los productos (en este caso fertilizantes) y que el vencimiento final de la prefinanciación debe tener lugar una vez transcurridos nada menos que 365 días corridos desde la entrada el país del bien.
Tales plazos, lamentablemente, son demasiado extensos para las prácticas comerciales vigentes en el comercio exterior de fertilizantes, lo que implica que el supuesto beneficio concedido es inaplicable en la práctica.
Adicionalmente, la operación –si llegara a concretarse– debería ser validada por los agentes de la AFIP a cargo del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), una barrera que muy pocos logran atravesar para poder concretar ingresos de bienes del exterior.
Vale recordar además que los fertilizantes deben abonar un derecho de importación del 6,0% e IVA, en caso, claro, de que logren ser autorizados por las diferentes instancias burocráticas diseñadas para evitar que salgan divisas del sistema sin considerar el daño que tales acciones puedan ocasionar en empresas y sectores de la economía argentina.
Pero mientras todo eso se desarrollaba, esta semana el gobierno, por medio de un decreto, habilitó la exención en el pago del derecho de importación, del IVA, de los gravámenes internos y tasas portuarias para una serie de artículos que serán empleados por los organizadores de la Copa Mundial Masculina de Fútbol Sub-20 Argentina 2023, que se llevará a cabo entre el 20 de mayo y el 11 de junio de este año en Santiago del Estero, La Plata, Mendoza y San Juan.
El decreto 272/2023 instruye a la AFIP a permitir el pleno ingreso de “artículos de equipamiento deportivo, de cobertura en medios de prensa y comunicación internacionales, productos de merchandising, equipos tecnológicos, materiales promocionales, mobiliario, credenciales, productos alimenticios, medicinales y demás elementos destinados a la organización y al desarrollo de la referida competencia deportiva”. El monto total de tales bienes, según contempla la medida extraordinaria, es de hasta 50 millones de dólares FOB.
“La realización de este evento acrecentará el intercambio de técnicas deportivas y culturales y contribuirá a la promoción turística y al desarrollo económico del país, con el objetivo de posicionar a la República Argentina en los principales mercados internacionales”, asegura el decreto 272.
Obviamente, además no pagar nada, los artículos ingresados para el evento de la Copa Mundial Masculina de Fútbol Sub-20 Argentina 2023 no tendrán que pasar por ninguna de las barreras que sí tienen que sortear diariamente el resto de las empresas argentinas.
No es factible saber si habrá pan. Pero circo, seguro.
Los permisos para poder importar fertilizantes siguen trabados a menos que se paguen en yuanes