A pesar del volumen inédito de divisas generado por el agro en lo que va del presente año, hacia fines de 2021 el Banco Central (BCRA) podría quedarse sin reservas netas líquidas.
Semejante fenómeno se explica porque el gobierno de Alberto Fernández emplea un volumen enorme de dólares para intervenir el mercado cambiario y “financiar” un tipo de cambio oficial artificialmente bajo. “En los últimos 18 días hábiles, el BCRA vendió más de 1000 millones de dólares en el mercado. Para comprar un stock similar tardó el doble de tiempo entre julio y agosto”, explicó el economista Gabriel Rubinstein.
El economista proyectó que considerando los Derechos Especiales de Giro aportados recientemente al Estado argentino por el Fondo Monetario Internacional (equivalentes a 4334 millones de dólares), “las reservas netas líquidas llegan sólo hasta las elecciones (de noviembre próximo)”.
Tal proyección augura un escenario cambiario turbulento a partir del próximo mes de diciembre, es decir, en pleno inicio de la cosecha de trigo y cebada.
Si bien la cosecha de granos finos debería aportar algo de “calma cambiaria”, del otro lado del mostrador se está registrando una expansión de la emisión monetaria gigantesca con fines claramente electoralistas, con lo cual es poco lo que puede llegar a durar el efecto tranquilizador de las divisas provenientes de la campaña fina.
En tal escenario, la gestión comercial del trigo 2021/22 debe irremediablemente estar acompañada de una gestión financiera y monetaria para que las empresas agrícolas no pierdan capital de trabajo el año que viene.