Marcelo Rodríguez además de ser productor agropecuario es el presidente de la Comisión de Enlaces Rurales de La Pampa. Si bien cuenta con una amplia trayectoria como dirigente gremial, reconoce que no se trata de una tarea fácil, dadas las características del sector en la Argentina.
Sin embargo, lo mueve el compromiso con sus pares, a la hora de encausar correctamente sus reclamos. Por eso “con gusto” trata de ser un nexo entre los productores y las distintas instituciones gubernamentales. Marcelo también fue hasta diciembre presidente de la Asociación Agrícola Ganadera de La Pampa, la entidad rural de la provincia.
En este sentido y abrumados por la burocracia en los trámites, desde la entidad rural insiste en visibilizar y resolver históricas problemáticas como la presión tributaria y la demora en los trámites para el traslado de hacienda y cereales, en lo que interfieren las autoridades locales, por mencionar algunos ejemplos.
“Venimos en un reclamo bastante antiguo hacia el gobierno provincial, que estamos solicitando los los montos que que quedan de las emergencias agropecuaria. Si bien el gobierno maneja esos volúmenes de dinero de la emergencia agropecuaria, no se tienen que olvidar que ese dinero que manejan lo ponemos nosotros en la primera cuota del impuesto inmobiliario. Entonces como es dinero nuestro, queremos saber dónde terminan esos fondos cuando no se utilizan”, dijo el ruralista a Bichos de Campo.
No obstante, Marcelo es de los que cree que no sirve de nada “el protestar por protestar” y a los reclamos también lo acompañan propuestas que han podido materializar. “En la parte de seguridad desde el año pasado -y a pedido de las rurales- se creó la Fiscalía, exclusivamente para delitos rurales. Nosotros lo que argumentamos que en toda la zona rural cercana a las grandes ciudades, quedamos desplazados porque ante hechos delictivos, absorbe mucho la ciudad, y si había un delito en la zona rural no había un fiscal exclusivamente para eso”, señaló.
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A pesar de todo su trabajo como dirigente gremial y el tiempo que le insume dedicarse a intentar resolver los problemas propios y de sus pares, Marcelo se define como un productor genuino que tiene la misión de continuar con una actividad que iniciaron sus abuelos.
Dentro de la actividad gremial, Marcelo tiene mucha historia para contar, sobre todo cuando de reclamos e inconformidades se trata. Así lo demuestra su protagonismo al oponerse a la creación de un parque nacional en la zona del Caldenal que comprometía gran parte del área productiva de la provincia.
“Hace dos años nos enteramos por los medios de la propuesta. Entonces a raíz de eso, nuestra asociación empezó a interiorizarse en el asunto. Lo que nos sorprendió que había sido una elección en nuestra Cámara de Diputados provincial y por unanimidad. Esto reducía toda la producción a cero, porque no comprendía solo las hectáreas del parque. Sino que se extendía a una zona buffer, todo esto sin consulta. Entonces la reacción que tuvimos nosotros, y adheridos a Carbap, enviamos una nota al señor gobernador, al vicegobernador que era el presidente de la Cámara de Diputados y al Ministerio de Ambiente, donde exponíamos esas cosas. Se armó tremendo revuelo y dieron marcha atrás a ese intento de expropiación”, recordó.
A su vez, Marcelo es uno de los protagonistas del cambio pampeano, de la diversificación productiva. El productor reconoce que en los últimos años la postal de La Pampa cambió, y hoy la agricultura tiene un peso mayor en la matriz productiva.
“Acá, cercano a Santa Rosa, tenemos un campo mixto donde hacemos toda la parte de recría, engorde y también algo de cosecha. Tenemos un campo más hacia el oeste, que es en la zona del Caldenal, donde ahí tenemos toda la vaca de cría, que es la producción, nuestra fábrica, y la producción de nuestros terneros, contó.
-Hablando de la actividad productiva que en La Pampa ¿Decís que la vaca es parte del paisaje y no se puede prescindir de la actividad ganadera en la región?
-No. Prácticamente la economía de la provincia de La Pampa se basa en la parte agrícola ganadera. Esto es así desde los inicios. Lo que pasa es que uno se tiene que ir ajustando a las nuevas tecnologías y se hace mucho más intensivo. Yo me acuerdo que en la época de mis abuelos, se hacía la cría de hacienda, era sembrar un lote de maíz, un verdeo de invierno, algo de trigo de cosecha y ahí se terminaba. Ahora tenemos diez explotaciones más. O sea que tenemos toda la parte que se hace con manejo eléctrico, mucho más tecnificado y específico. Entonces tenemos que aumentar la producción para sostener la presión tributaria y todas esas cosas para mantenernos dentro del sistema, si no lamentablemente uno queda afuera.
-Tomando este ejemplo de la presión tributaria que hace que los números sean cada vez más finos. ¿crees que hay que poner el ojo en mejorar la rentabilidad, la productividad?
– Nosotros somos productores de alimentos y si es ganadería se vende el ganado en pie y de ese de ese valor, el 70% es es son impuestos. No somos formadores de precios tampoco, siempre está la gran distorsión cuando aumenta la carne en la carnicería. Nosotros no formamos parte del circuito comercial. El sector agropecuario es oferta y demanda. A nuestra hacienda nos la pagan el kilo vivo y ahora en estos momento entre 1600/1700 pesos. Después en la carnicería está hasta 8.000 pesos el kilo, y esto no depende de nosotros, por eso mismo de que la conformación de los precios tenés prácticamente un 70% de impuestos.
“Logró frenar la creación de un parque nacional en el caldenal”. Y lo muestran como algo positivo.
Mamadera…