“Argentina volvió a ser libre de Influenza Aviar”, es el arriesgado título de un comunicado de prensa emitido por la Secretaría de Agricultura, que aunque breve intenta ser contundente seguramente para tratar de mostrar un éxito del gobierno antes de las elecciones del próximo domingo, que comienzan a definir la suerte del ministro Sergio Massa.
¿Por qué decimos arriesgado? Porque la mayor parte de los expertos reconocen que la situación epidemiológica respecto de esta enfermedad de las aves ha mejorado muchísimo, ya que no se detectan nuevos brotes, pero a la vez advierten que esto podría deberse a las corrientes migratorias de aves silvestres que han desparramado el virus por todo el continente. Como aquí ahora hace frío, las bandadas han migrado hacia otras latitudes. Por eso los expertos recomiendan ser prudentes. Dicen que “hay que pasar el invierno”.
El comunicado oficial, en este contexto, relata que “el Senasa comunicó a la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OMSA) la recuperación del estatus sanitario de Argentina como país libre, en cumplimiento de las recomendaciones del Organismo internacional”.
¿Cómo justifica tal cosa? Indicando que han finalizado “las acciones sanitarias por el último brote de Influenza Aviar Altamente Patógena (IAAP) en aves de corral, con el cierre del último de los 18 brotes detectados en establecimientos comerciales registrados en nuestro país”.
El secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, es quien en el comunicado se encarga de agregarle un tufillo electoral al asunto sanitario, mencionando al candidato. “La articulación con el sector productivo y las instituciones provinciales y nacionales, impulsada por el ministro de Economía, Sergio Massa, para que Argentina pueda recuperar la estabilidad epidemiológica luego de casi 6 meses desde la primera detección en predios de la avicultura”, afirmó el funcionario. Gracias Massa.
Lo cierto es que “el Senasa elevó a la OMSA el documento con la autodeclaración, que respalda y sustenta la actual condición de Argentina como país libre de la enfermedad”.
Ahora habrá que ver si la OMSA acepta esta autodeclaración como válida, y si los mercados que compraban productos argentinos y que cerraron esos negocios cuando el brote de febrero pasado también lo hacen. Debería suceder si no hay nuevos brotes. La principal preocupación del sector avícola para por China, que hasta el momento no ha respondido favorablemente a los pedidos para volver a importar productos avícolas (en especial garras) desde las regiones consideradas libres. Hubo negociaciones parecidas con una treintena de mercados.
Mientras tanto, los expertos recomiendan: “hay que pasar el invierno”, sobre todo para ver que estén sanas las aves que vuelven a recorrer nuestros cielos en primavera.
En ese sentido, otra gacetilla ampliatoria del propio Senasa contó que pese a la ausencia de brotes las últimas semanas, “seguimos trabajando en las herramientas de zonificación, con el objetivo de mantener el comercio internacional sin interrupciones ante un eventual rebrote en aves de corral”, citando a la directora nacional de Sanidad Animal del Senasa, Ximena Melón.
Más prudente, la funcionaria técnica destacó que lo que se ha logrado es “recuperar la estabilidad epidemiológica luego de transcurridos casi 6 meses desde la primera detección en predios de la avicultura”.
“El cierre del último evento en aves de corral (circuito comercial) significa un hito en el control de la enfermedad, dado que la condición actual alcanzada demuestra que las acciones de contención implementadas han sido eficaces. No obstante, es importante considerar que la emergencia por IAAP continúa en nuestro país y que la enfermedad se disemina a través de las aves migratorias, motivo por el cual el desafío sanitario para la avicultura nacional se mantiene vigente”, se sinceró la directora nacional de Sanidad Animal.