El Simposio de Fertilidad que se está desarrollando en Rosario, es un lugar de encuentro para buena parte de la industria agrícola, en especial la que está preocupada por la sanidad de los suelos, su salud, y los nutrientes que debe aportar a la producción agropecuaria este recurso no renovable.
Sin embargo, también sirve para abordar las problemáticas de un sistema agrícola que muestra signos de cansancio, y que no repone los nutrientes que extrae. En el mejor de los casos, se repone un 50% de lo que cosecha a cosecha se va de los suelos.
En términos económicos, este proceso estima un costo de 30 mil millones de dólares que se le debe al suelo. La Asociación Civil Fertilizar, organizadora de este simposio, cuantificó la falta de nutrientes y llegó a la alarmante cifra.
En un aspecto técnico, la situación es compleja. Hernán Sainz Rozas, investigador INTA-Conicet y profesor asociado de la UNMdP, presentó los resultados de un estudio iniciado en 2011 que analiza el impacto de la agricultura sobre la fertilidad de los suelos en la región pampeana y las zonas agrícolas del NOA y el NEA. El trabajo, realizado en conjunto con Fertilizar Asociación Civil, incluyó muestreos en 2011, 2018 y 2024 sobre suelos con más de 20 años de agricultura, contrastados con suelos prístinos o poco intervenidos, evaluando variables como materia orgánica, pH, fósforo, cationes (calcio, magnesio, potasio) y micronutrientes como boro y zinc.
Los resultados mostraron una fuerte reducción de la materia orgánica respecto a las condiciones originales, con pérdidas de hasta 40% en algunas zonas. Y aunque apuntó que la situación se estabilizó entre 2018 y 2024, resaltó que los valores siguen siendo bajos, lo cual plantea “la necesidad de mejorar el balance de carbono en los suelos”.
En cuanto al pH, se observó un incremento de áreas con valores inferiores a 6,1, especialmente entre 2011 y 2018, manteniéndose estables luego. El fósforo mostró una caída sostenida en su disponibilidad, con casi 60% de la superficie agrícola del país por debajo de 20 partes por millón, un umbral crítico para muchos cultivos.
También se detectó una disminución en los niveles de calcio, magnesio y potasio, en algunos casos hasta del 70% respecto a los suelos prístinos. Esta situación se agravó en zonas del oeste bonaerense, sur de Córdoba y noreste de Entre Ríos. En lo que respecta a los micronutrientes, el zinc y el boro son los que aparecen con más limitantes, con 75% de la superficie cultivada por debajo de 1,2 partes por millón de zinc.
En 2023 se extendió el estudio al NOA y NEA, donde también se evidenciaron deficiencias marcadas, especialmente en fósforo, potasio y zinc, lo que pone en evidencia la necesidad de ampliar los ensayos de respuesta y ajustar la reposición de nutrientes en esas regiones.
Como conclusión, Sainz Rozas subrayó que el deterioro sostenido de la fertilidad de los suelos es una señal de alarma que obliga a revisar las estrategias de manejo nutricional. Si bien se observa cierta estabilización en algunas variables, la reposición de nutrientes sigue siendo insuficiente en gran parte del país, y los sistemas productivos continúan extrayendo más de lo que reponen.
Al finalizar su presentación, Sainz Rozas dialogó con Bichos de Campo y profundizó en esta cuestión: “Esto representa un empeoramiento en muchos indicadores de fertilidad de suelos. Que esté peor es que vienen bajando los niveles de los nutrientes o de alguna otra propiedad, como el caso del pH, que es una propiedad muy importante porque regula todos los procesos en el suelo y esa esa pérdida de nutrientes en el suelo, eso tiene un impacto en lo que es producción y obviamente tiene un impacto social, porque son menos ingresos que el país está generando”.
El especialista en nutrición agregó también: “Es un impacto económico y social, son menos puestos de trabajo, y además también se está viendo que hay un empeoramiento en la calidad de los alimentos que producimos”.
Mirá la entrevista completa con Hernán Sainz Rozas:
Para el experto académico, hay “un empeoramiento porque repone menos de lo que se extrae. El panorama que mostramos hoy es bastante preocupante”.
La solución a esto, cree Sainz Rozas que tiene que ver con la política: “Hay soluciones que creo que pasan por el marco político económico, que son todo lo que sea una baja de retenciones, ayudaría a que el productor incremente la adopción, haga una mejor fertilización. Hoy los márgenes para producir en campo alquilado, por lo menos en el sur bonaerense, estamos con márgenes muy bajos, rojos en algunos casos. Entonces, si con menores retenciones a este cultivo, seguramente mejoraría la adopción de tecnología y también mejoraría los ingresos del país, porque más producciones, más exportación”.
La producción al 70% está en manos de arrendatarios
¿ Cómo asegura este hombre q lo q dejará de recaudar el estado quedará en los bolsillos de los productores q arriendan y no en el de los dueños de las tierras ?