Si algo ha quedado de manifiesto a partir del resultado de las últimas elecciones legislativas, y que se ratificó en la sesión espacial convocada en Diputados la semana pasada para debatir el presupuesto 2022, es que el oficialismo necesita volver a sentarse a negociar para avanzar con cualquier proyecto que desee impulsar.
Esto es lo que opina Carlos Garetto, productor cooperativista de Leones, Córdoba, y ex presidente de Coninagro durante el conflicto de 2008, quien indicó a Bichos de Campo que el gremialismo agropecuario debe “tomar nota y plantear una nueva estrategia”.
-¿Qué considera que se debe modificar al interior de la representación del sector agropecuario?– le consultamos a Garetto.
-Me parece que ahora que ha mermado un poco la pandemia hay que volver a las fuentes, de manera tal de tener un vínculo más estrecho con los productores. Eso les de la legitimidad y fortaleza. Es importante encontrar en las bases un mayor respaldo en los reclamos que está llevando adelante el gremialismo, en función de hoy la contraparte se ha visto debilitada. Se le ha presentado al gremialismo hoy una oportunidad que hay que aprovecharla para avanzar en aquellas propuestas y proyectos que hasta el día de hoy no han podido encontrar una respuesta favorable.
-¿Considera que hubo un alejamiento de las gremiales al campo?
-Es que la pandemia no permitió ese contacto con los productores. Se había perdido esa legitimidad. Una cosa es manejarse por WhatsApp y otra es estar en una asamblea multitudinaria donde encuentran al conjunto de productores que aprueban o desaprueban cual o tal decisión.
-¿Qué temáticas se han quedado sin tratamiento?
-Hay temas en agenda que no están resueltos o que han sido resueltos en una forma que el sector no está coincidiendo. Lo que ha pasado con la carne, lo que ha pasado con esta nueva forma de comercializar el trigo y el maíz, la falta de una política impositiva que deje de castigar a la producción. Hoy no hay ajuste por inflación en las existencias que se fijan en el impuesto a las Ganancias, tenemos un diferencial de cambio entre el precio que recibe el productor por sus producciones y lo que tiene que pagar por su insumo. Todo eso le está generando una situación complicada que hay que corregir. Es el momento de sentarse en una mesa de diálogo, en una posición un poco más firme.
-¿Por qué considera que la situación actual permitiría poner en agenda estos reclamos?
-El ámbito de debate natural de las políticas públicas es el Congreso, y hoy el Congreso tiene un equilibrio mucho más racional que permitiría avanzar. Ya no hay más mano de yeso de los legisladores del oficialismo. Hay que sentarse a negociar y en esa negociación hay que instalar la agenda del sector agropecuario lo más rápido posible.
-¿Cómo se puede evitar que se sigan tomando decisiones impulsivas por parte del gobierno?
-Hay que sentarse a hablar para debatir y llevar las propuestas. Si hay un equilibrio entre los legisladores de las distintas fuerzas políticas es más fácil instalar los temas, en la medida en que también haya consensos dentro de la oposición. Mínimamente cuenta con la mayoría numérica que le permitirá instalar algunos temas que antes no se podían nombrar.
-¿Cómo ve al sector de los productores? ¿Cree que se sienten representados por la Mesa de Enlace?
-Los productores siempre van a respetar a la Mesa de Enlace. Me parece que mas allá de que pueda haber algunos altibajos, han sido siempre respetuosos de acompañar sus decisiones. La participación del productor es importante en todo esto. Hoy la cuestión gremial ya no pasa por los paros o por los cortes de ruta, son situaciones que ya la sociedad no tolera. Hay que generar otro tipo de mecanismo y me parece que se están dando esas oportunidades para instalar y avanzar en una agenda que todavía está pendiente para el sector agropecuario.