Con gran tristeza, Bases Federadas despidió esta semana a Ana Galmarini, productora agropecuaria de Santa Fe y una de las fundadores de ese movimiento que, algunos años atrás, se escindió de Federación Agraria Argentina.
Su historia estuvo fuertemente marcada por la lucha agropecuaria, al punto de haber sido referente clave del movimiento Mujeres Lucha, fundado por Lucy de Cornellis en La Pampa, que tuvo gran protagonismo durante la década de 1990.
“Fue algo histórico, un antes y un después en la lucha agraria. Era ejemplo de ponerse al frente, de poner la piel”, recordó Omar Príncipe, actual presidente de Bases Federadas, en conversación con Bichos de Campo.
En aquellos años, cuando la crisis económica y política comenzaba a recrudecer, millones de hectáreas de campo quedaron hipotecadas y miles de pequeños y medianos chacareros se encontraron sin la posibilidad de enfrentar sus deudas.
“Después de 1995 llegaron a haber más de 12 millones de hectáreas hipotecadas, principalmente por el Banco Nación, y a los productores les remataban los campos. Se venía la debacle del 1 a 1 que terminó con todo lo que pasó en el 2001. Ahí surge este movimiento de mujeres, en su mayoría esposas de los chacareros, que se pusieron al frente de esa situación extrema”, relató Príncipe.
Ese “ponerse al frente” implicaba nada menos que la realización de sucesivos tractorazos, que en muchos casos terminaban frente a las sedes de los bancos e impedían la realización de los remates.
También realizaron distintos cortes de ruta y concentraciones en numerosas localidades de La Pampa, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, en las que se las veía entregar panfletos.
“Éramos mujeres sencillas, que lo único que teníamos en claro era todo lo que el modelo nos hacía perder: las herramientas, las tierras, la producción, las familias. Y hasta la vida en algunos casos, ya que compañeros abrumados por el endeudamiento llegaron a quitarse la vida”, contó la propia Galmarini en una nota por el aniversario 25 del grito fundacional del movimiento, que exclamaba “pan, tierra, trabajo, remates al carajo”.
“Ana y ese grupo de Mujeres en Lucha fue el testimonio de que pelear por una causa justa puede dar resultados Era una mujer de firmeza, de convicciones y de participación. Era una dirigente que recorría, que conocía de las distintas problemáticas de los chacareros”, señaló Príncipe.
“Cuando muchos de los dirigentes actuales de Bases Federadas éramos la conducción de Federación Agraria, ella fue una aliada que acompañó todas nuestras propuestas de políticas diferenciadas para pequeños y medianos chacareros. Estaba convencida de que hacía falta hablar sobre el acceso a la tierra, sobre la ley de arrendamiento, sobre la segmentación de las retenciones. Bueno eran todos temas que ella acompañaba, apoyaba, y por los que trabajó hasta la actualidad”, concluyó.