Carlos Álvarez es productor de Charata, Chaco, y a mediados de marzo, antes de la cuarentena, hizo un viaje tremendo desde su provincia hasta San Nicolás, en el norte de Buenos Aires, para protestar por el aumento de retenciones que se había decidido en ese momento. “Creo que hay que hacer notar nuestra realidad y es que a la distancia a la que producimos hace que los números no nos cierren”, manifestó el productor a Bichos de Campo. La situación no hizo más que empeorar desde aquel momento,y por eso esta entrevista conserva vigencia.
“Yo creo que el ministro Luis Basterra conoce nuestra realidad, porque cuando los productores del NOA y NEA le llevaron los números hasta se sorprendió, porque los números que él tenía daban por encima de los que nosotros le llevamos. Pero Basterra no tiene ningún tipo de decisión sobre la política agropecuaria”, lementó el productor chaqueño.
Álvarez explicó que, “con los precios de referencia actuales del mercado internacional, este nivel de carga impositiva agravado por el aumento de retenciones (se elevaron desde diciembre del 24,7% al 33% en el caso de la soja), como productores de más de 800 kilómetros del puerto nos deja afuera del partido”.
El productor remarcó que “con este nivel de precios ya deberíamos tener retenciones 0. Imagínense que con una soja de 320 a 300 dólares, el Estado se queda con unos 105 a 107 dólares, y nosotros, con lo que nos queda, debemos cubrir todos los costos de producción. Todo depende de lo que cosechemos, porque nuestro promedio está muy lejos de lo que es la zona Núcleo. Entonces, la cuenta que debemos sacar no es cuánto ganemos, sino cuánto vamos a perder”, agregó.
Mirá la entrevista completa realizada a Carlos Álvarez:
El productor describió que su rinde promedio de las últimas campañas es de 2200 a 2000 kilos y el punto de indiferencia está arriba de los 2900 a 2700 kilos. O sea que debería sacar 700 a 600 kilos más para cubrir costos y no perder dinero.
“En nuestro caso, el gobernador de Chaco- Jorge Capitanich-, es el que debería ponerse a la cabeza de los reclamos, pero ya sabemos para dónde mira; en el 2008 demostró de qué lado estuvo. Nos duele que no piense como provinciano, independientemente del espacio político al que pertenezca”, se lamentó Álvarez.
“Sabemos que las retenciones son los impuestos más anti federales que existen. Y después nos quieren conformar con 10 pesos para que hagan un tubo de alcantarilla; eso a nosotros no nos sirve”, concluyó.