Luego de un proceso de desgaste que llevó más de cuatro años, se presentó en concurso ante la justicia Algodonera Avellaneda S.A., miembro del grupo Vicentin SAIC.
La empresa que Vicentin le compró al grupo Eurnekian hace poco más de 20 años, se dedica al acopio y desmotado del algodón, en tres plantas insignia, ubicadas en Reconquista, Santa Fe; Gral. Pinedo, Chaco; y Bandera en Santiago del Estero. Representa la pata algodonera del conglomerado de empresas que pertenecen al grupo también dueño de muchas otros emprendimientos en el norte santafesino.
De acuerdo a lo que pudo saber Bichos de Campo, todo comenzó cuando Algodonera Avellaneda fue garante del proceso de Vicentin SAIC, y a partir de ahí quedó comprometida su suerte financiera, sumada a la caída en producción y ventas durante la pandemia en 2020.
Si bien logró recuperarse levemente de ese traspié, continuó operando hasta que la caída de las ventas producto de la recesión económica de la actual gestión presidencial, terminó de sellar la suerte, ya la empresa ni siquiera podía hacer frente a los pagos de salarios y mantenía una deuda millonaria con la Empresa Provincial de Energía de Santa Fe por el suministro para abastecer a la planta en 2023.
Esta empresa cuenta con una plantilla muy grande de operarios en su staff, al punto que fuentes cercanas a la empresa confirmaron que en algún momento llegó a emplear a 700 personas, pero hoy quedan 570 empleados, producto de la caída en las ventas de algodón a la industria textil del orden del 30%, que redujo las ventas de Algodonera en un 60%.
Lo que se hace en las plantas de Algodonera, es procesar la materia prima para enviar a la industria un producto intermedio, agregando valor en origen a ese algodón industrializado para que la industria convierta en prendas.
Desde la empresa afirmaron a este medio que si bien la pandemia, estar ligados al proceso concursal de su prima hermana Vicentin y la recesión, el último golpe lo dio la apertura de importaciones textiles, que terminó de hundir el proceso industrial de esta algodonera que ya venía arrastrando problemas. De no haber sido parte del malogrado conglomerado Vicentin, quizá hubiesen mantenido una espalda que les permita campear la gestión presidencial y sus decisiones.
En concreto, la empresa siempre tuvo líneas de crédito con el Banco Nación, pero era una de las garantes de Vicentin en el concurso que tiene lugar a principio de 2020. Cuando esto ocurre, a Algodonera se le cae el crédito. Como la empresa santafesina es garante, del crédito de los 300 millones de Vicentin, su prima tenía tomados 3 millones, es decir muy poco, pero tuvo que atravesar causas judiciales por ser garante cruzada. Ese fue el inicio de este proceso que termina con el concurso de Algodonera Avellaneda S.A, puesto que ahí perdió capacidad de crédito.
Como mueca del destino, el concurso presentado hoy martes 12, cayó en las manos del juez de Reconquista Fabián Lorenzini, mismo letrado que históricamente llevó el caso del concurso del gigante cerealero.
Fuentes ligadas a la empresa recuerdan también otro ingrediente que llevó a este desenlace de Algodonera, que es el sindical, que luego de la contienda política que se armó luego del intento de expropiar la cerealera, hubo paros y medidas que fuerza, que dañaron la capacidad productiva del conglomerado algodonero.
La empresa venía sufriendo distintos embates en esas comunidades, tratando de zafar de un proceso como el que tuvo lugar judicial hoy, y el envión final hacia ese destino fue la decisión de abrir importaciones de ropa, que sepultó las expectativas de hacer frente a la crisis.
Según consignó Gustavo Capeletti de Mirador Provincial de Santa Fe, a fines de agosto, Algodonera Avellaneda había logrado consensuar con sus trabajadores un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) con el objetivo de prevenir despidos tempranos a raíz de un presente industrial que se ve afectado por la caída en las ventas y los problemas para conseguir materia prima.
Ese acuerdo, según se informó, fue homologado por la Secretaría de Trabajo de Reconquista tras una reunión entre las partes, y se buscó capear el temporal con el ahorro de esa masa salarial. Fuentes gerenciales de la planta ubicada en el Parque Industrial de Reconquista describieron el momento que atraviesa la actividad a este medio santafesino: “Hay poca fibra y pocas ventas, aunque nuestro producto siempre fue de calidad, se puede ubicar. Pero hay poca fibra, o no hay, y por el tema de Vicentin no hay crédito”.