El gobierno de la Provincia de Santa Fe aportó fondos para realizar la película. La agencia nacional de noticias Télam difunde su estreno, que se producirá en el tradicional cine Gaumont, una de las salas administradas por al Instituto Nacional de Cines y Artes Audiovisuales (INCCA). Como se notará, “Fotosíntesis”, un documental del rosarino Diego Fidalgo, es otro producto cultural que recibe apoyo de múltiples organismos del Estado y que termina demonizando el llamado “agronegocio” sin dar demasiado derecho a réplica a todos los productores agropecuarios que producen granos en la Argentina.
En la crónica de Télam que anticipa el estreno en el Gaumont se cuenta que el filme sigue de cerca al fotógrafo Matías Sarlo en medio de un campo de soja de la Pampa Húmeda, en un registro que aparece como “un modo de indagar sobre productos que comemos y no son alimentos”, según señaló el propio director.
Fidalgo contó que gracias a esta producción logró “empezar a conocer el laburo de un montón de gente, a establecer otro tipo de contacto con la naturaleza, y a indagar sobre el tema de los alimentos que comemos”.
“Muchas productos que ponemos sobre la mesa no son alimentos, la soja no es un alimento apto para consumo humano, es un insumo para engorde de animales”, señaló.
Mirá un resumen de “Fotosíntesis”;
En esta película, el director acompaña y captura el trabajo de Sarlo, fotógrafo free lance oriundo de Rafael Obligado, provincia de Buenos Aires, que en este proyecto tiene como meta retratar en un período de 10 años como desparece una cultura del trabajo en el campo, arrasando con los trabajos y los pueblos. Fidalgo y Sarlo hicieron juntos 50 viajes por la Pampa Húmeda (llegando a Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y el norte de Buenos Aires).
“Yo soy de Rosario, una ciudad rodeada de campos, pero cuando hablamos del campo no sabemos de qué estamos hablando”, reconoció el director, que de todos modos consideró: “Hacer esta película fue como tomar un poco de conciencia de qué es lo que nos rodea, me abrió un camino para hacer mis propias búsquedas, siempre me interesó la ecología pero era como algo abstracto”.
La idea de Sarlo que luego se retrata en el documental era hacer un registro en un período de 10 años sobre las mutaciones y cambios de costumbres y pérdidas culturales del mundo rural a partir de la sojización o intensificación del modelo extractivista, con la aplicación de los llamados paquetes agrotecnológicos. El fotógrafo organiza series temáticas de 10 fotografías y las clasifica: remates rurales, chacras abandonadas, prácticas rurales que persisten, historias de vida.
“El documental muestra un poco lo que pasa después del agronegocio, la desintegración de los pueblos. Hay mucha soledad en esos pueblos en los que la economía es lo que los mueve hasta que no empecemos a salir de este encierro del agronegocio”, expresó el cineasta. “El diagnóstico ya lo tenemos, hay personas que se fueron a vivir al campo y se encontraron con que los fumigan con agrotóxicos a 100 metros, y hay enfermedades, problemas, cáncer”, describió.
Es mejor que el Estado gaste en promover alternativas al agronegocio que gaste en atención a enfermos de cáncer y en remediar inundaciones.