Luego de los sobresaltos climáticos registrados en la campaña 2024/25, para el próximo ciclo agrícola aparece nuevamente un interrogante enorme en la materia.
El último pronóstico “objetivo” publicado por CPC/IRI –organismo dependiente de Columbia Climate School– no trae buenas noticias porque indica que no puede descartarse que en la campaña gruesa 2025/26 se instale una fase “La Niña”.
El pronóstico, que se confecciona con el promedio ponderado de las proyecciones elaboradas por los principales centros climáticos mundiales, tiene un largo camino por delante y, por supuesto, puede experimentar cambios en los próximos meses. Sin embargo, se trata de un dato que no puede dejar de ser considerado en el tablero de decisión de las empresas agropecuarias .
El promedio de modelos climáticos muestra que al menos hasta la primavera existe una elevada probabilidad de mantenerse la actual fase “Neutra”, que es favorable, en términos de régimen de precipitaciones, para la región del Cono Sur.
Pero en el último trimestre de este año el pronóstico indica igual de probabilidades para la instalación de una fase “La Niña” respecto de la continuidad de la “Neutra”.
Al observar los diferentes pronósticos de manera individual, está claro que, hasta el momento, existe una elevada disparidad de situaciones previstas por los modelos comprendidos en la muestra considerada por CPC/IRI. Eso indica que no existe una tendencia clara sobre el panorama presente hacia fines del presente año.
El fenómeno Niño-Oscilación del Sur (ENSO por sus siglas en inglés), que comprende la variación de parámetros meteorológicos del Océano Pacífico ecuatorial, influye de manera determinante en los regímenes de precipitaciones de diferentes regiones del mundo.