Casafe es la Cámara de Sanidad Vegetal y Fertilizantes. Es la entidad que históricamente ha agrupado a los grandes fabricantes de agroquímicos y otros insumos para el agro.
En otra señal de que está produciéndose un cambio de época en los modos de producción, que no implica abandonar los insumos de síntesis química pero sí reducir su uso de modo sensible, y buscar alternativas para frenar plagas, malezas y enfermedades, Casafe anunció que ahora cuenta con una renovada “comisión de productos biológicos”, que “nuclea a las principales empresas del sector”.
En un comunicado, la entidad informó además que según un relevamiento interno, el 74% de sus empresas socias está invirtiendo “en soluciones biológicas que contemplan una agricultura orgánica además de la tradicional”.
Casafe tiene actualmente unas 30 empresas asociadas, incluyendo a las líderes del mercado local de insumos agropecuarios.
Su comisión de biológicos, según la información, está integrada por las empresas Barenbrug, Biotrop, Laboratorios CKC, Nitrasoil Argentina, NOVA, Novozymes, Stoller Argentina y Verdesian Life Sciences. Estas empresas, “recientemente integradas a la cámara, se suman a las empresas con productos biológicos ya socias como Basf, Bayer, FMC, Rizobacter, SpeedAgro, Sumitomo, Summit Agro, Syngenta y UPL”.
“Casafe cree en que todos los sistemas productivos son complementarios. Los productos biológicos o bioinsumos agropecuarios son compuestos de origen biológico o natural, como por ejemplo hongos, bacterias, virus, ácaros o extractos de plantas, que sirven para mejorar la productividad agroindustrial”, explicó la cámara sectorial, uno de cuyos principales ejes de trabajo han sido la aplicación de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), una serie de recomendaciones y reglas para minimizar los riesgos de utilizar agroquímicos.
Qué un insumo sea biológico o de síntesis química, más allá de la simpatía que despierte esto entre la población, para los fabricantes no parece cambiar mucho las cosas. De hecho, casafe explicó que “como todo producto fitosanitario, el desarrollo de un bioinsumo tarda de 5 a 10 años, dependiendo del tipo de producto”.
“En ese periodo se realizan ensayos para garantizar la seguridad ambiental y toxicológica (de corto, mediano y largo plazo) y su eficacia agronómica, incluyendo estudios de patogenicidad. Luego, los estudios son presentados al ente regulador, en nuestro caso el SENASA, quien aprueba el registro del producto para su posterior comercialización y uso”, afirmaron los fabricantes, tomando distancia de muchas alternativas “caseras” utilizadas por sectores que pregonan la agroecología.
Actualmente, según esta mirada, en Argentina la porción del mercado de productos fitosanitarios que tienen los biológicos es poco significativa, variando la participación entre cultivos y sistemas de producción. “Sin embargo, la proyección de mercado para los próximos años es sumamente positiva, con tasas de crecimiento del 14% anual a nivel global, según la agencia Markets&Markets”.
“Casafe cree que los productos biológicos han de ser un gran complemento, en un país que necesita más y mejor producción agropecuaria, y a fin de acompañar las distintas elecciones de cada uno de los consumidores y productores agropecuarios”, proclamaron los fabricantes.