“Cada jefe, en cada sector, llama de a uno por uno y le comunica verbalmente su desvinculación”. Con esa modalidad, relatada a Bichos de Campo por un empleado de la Secretaría de Agricultura, comenzó a producirse este miércoles precio a la semana santa una gran tanda de despidos anticipada en los últimos días y confirmada por el mismismo presidente Javier Milei, que habló de unos 70 mil contratos que no serán renovados en el Estado.
Se estima que en total serán 300 las personas que perderán su puesto de trabajo solo en la administración central de Agricultura, donde trabajan unas 2.000 en total. Además están previstos más despidos masivos en los organismos descentralizados. En total, Jefatura de Gabinete reclamó que se recorten unos 3.000 puestos de trabajo de los 16.000 que dependen del secretario Fernando Vilella.
Los números de recorte exigidos por Milei se van modificando hora a hora, pero más o menos coinciden según las diferentes versiones: 1.300 despidos en INTA, otros 1.150 en Senasa, 400 en la administración central de la Secretaría, 50 en el INASE, 100 en Vitivinicultura, 80 en el INIDEP. En INTA las definiciones se demoraban mientras que en Senasa varias cámaras agroexportadoras habían pedido al gobierno que se evite semejante ajuste.
Pero la sangría comenzó en la Secretaría, especialmente en áreas vinculadas a la vieja Subsecretaría General de Administración, que Vilella cedió sin ofrecer ninguna resistencia a la Secretaría de Industria, en una suerte de unificación que se parece mucho más a una subordinación de Agricultura al equipo económico conducido por el ministro Luis Caputo.
Así las cosas, los despedidos se iban sumando esta mañana en áreas como Recursos Humanos, Informática, en el Jardín de Infantes para los hijos de los empleados.