Hace poco se dio a conocer una serie de rumores ante un ajuste en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), y esta vez no tardaron en aparecer todo tipo de reacciones negativas en el marco de un inminente anuncio.
Según informaron los propios trabajadores del organismo, este plan de ajuste será puesto a consideración este jueves en sesión del Consejo Directivo, en donde las decisiones se toman entre representantes de la Secretaría de Agroindustria de la Nación, la Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO), Federación Agraria Argentina (FAA), Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA), y miembros de las facultades de Agronomía y Veterinaria.
De acuerdo a un comunicado emitido por la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe), “si bien las voces oficiales hablan de un plan de fusión, en la práctica se tratará del cierre de agencias, pérdida de puestos de trabajo, ruptura de las redes de vinculación en el territorio, y la consecuente degradación de una institución emblemática y arquetípica en la investigación y el desarrollo de conocimiento para el sector agropecuario. Un verdadero orgullo nacional”.
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El presidente de Fecofe, Juan Manuel Rossi, manifestó que el recorte “implica la desaparición de una veintena de Agencias de Extensión y de tres Institutos para la Promoción de la Agricultura Familiar. Tal situación, preocupa profundamente a nuestra Federación, pues a través de estas dependencias territoriales, las cooperativas y sus productores asociados están en contacto directo con los técnicos cotidianamente”.
La Asociación Argentina de Extensión Rural (AADER), expresó su “desacuerdo y descontento con la posible reducción de presencia y servicios que brinda el INTA” y solicitó en un comunicado “restituir el presupuesto al INTA y no reducir ninguna estructura de este organismo”.
La AADER también expresó que “en momentos de crisis en todas las economías regionales, los productores agropecuarios necesitan aún más de la asistencia técnica e innovación tecnológica que brinda el INTA, a través de sus institutos y agencias de investigación para el conjunto de la sociedad, y especialmente a la Agricultura Familiar (IPAF), para mantener los circuitos productivos, no perder la competitividad y seguir generando empleo local y autoabastecimiento alimentario”.
Coninagro, entidad que nuclea a múltiples cooperativas, también se mostrpo preocupada ante la ola de rumores del achique del presupuesto del INTA, y en un comunicado, declaró: “Sabemos que se han tomado algunas medidas de reestructuración y, otras, de reordenamiento. Ahora se vuelve a hablar de ajuste presupuestario y pedimos que no resienta el buen funcionamiento del organismo, ni el trabajo en investigación y de extensión que lleva adelante, sobre todo dentro de un Estado que no debe perder su mirada estratégica de la producción”.
La Federación Agraria Argentina (FAA), distrito Córdoba también rechaza el desmantelamiento del organismo y a través de una carta firmada por su director, Agustín Pizzichini, manifestó “su más enérgico rechazo a la reestructuración del organismo impuesta por el Gobierno Nacional”, lamentándose de que “el gobierno nacional promueve medidas que atentan contra el pequeño y mediano productor agropecuario”. Asimismo, propone “la movilización de todos los actores de las economías regionales y de la agricultura familiar a manifestarse”.
Pizzichini declaró que, con el consentimiento de la secretaría de Agroindustria, “se propone disminuir la presencia del INTA en el territorio nacional, particularmente en las zonas más desfavorecidas y en las áreas de la agricultura familiar”, y dijo que “a partir de una planilla de Excel, funcionarios sin ningún conocimiento pretenden profundizar las acciones de desarticulación y desmantelamiento de cualquier instancia que implique asistencia y fortalecimiento del pequeño productor, el cual necesita más que nunca de una institución que le permita achicar la brecha tecnológica para fortalecer la producción y ganar en competitividad”.
Emilio Inzaurraga, presidente de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, elevó una carta al presidente del INTA, Juan Balbín, para expresarle su “profunda preocupación” ante las informaciones que circulan sobre la reducción de la estructura y los servicios que presta el organismo, especialmente los que apoyan la producción familiar y los equipos de terreno que atienden a pequeños productores.
“Estamos convencidos del valor y los aportes que la agricultura familiar hace a nuestra sociedad, produciendo alimento para la mesa de los argentinos, preservando el ambiente, aportando trabajo y arraigando población en los territorios”, enunció, y agregó que “INTA y los CIPAF fueron, junto con otros, factores positivos para el desarrollo de la agricultura familiar. Su debilitamiento o reducción, sumarían nuevas dificultades a un sector que viene soportando situaciones difíciles y frustraciones”.
Otro comunicado titulado “Un INTA para el campo concentrado”, que lleva la firma de más de 20 organizaciones de pequeños productores, campesinos e indígenas- entre ellas la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT)-, exige al INTA “que pare con el ajuste y recorte”, y pide “representación en el Consejo Directivo Nacional” del organismo.
También critican a organizaciones como la SRA, AACREA, CRA y Coninagro, argumentando que “siempre participaron de las decisiones del INTA, pero estos años sienten el respaldo necesario para desmantelar y dejar la institución al servicio de los productores del campo con mayores recursos”.
Y en el comunicado hacen referencia a que “esta entrega comenzó hace 3 años y lleva la reducción de los trabajadores en un 10%, ahora quieren continuar con el cierre de la mayoría de los IPAF, institutos que dan respuesta a la agricultura familiar, la baja de 25 Agencias de Extensión, el achique de un 20% de la estructura administrativa y la baja de otros 3 institutos de investigación en ciencias sociales. Se plantea claramente el ajuste en el Estado que da respuesta cotidiana a la problemática del sector”.