Tal y como adelantó ayer por redes sociales el ministro de Economía, Luis Caputo, el Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) definió una nueva estrategia de vacunación contra la fiebre aftosa, que supone una reducción en la cantidad de vacunas obligatorias a aplicar y un ahorro, según dieron cuenta, 14 millones de dosis y más de 20 millones de dólares.
Los cambios fueron plasmados en la resolución 711/2025, publicada hoy en el Boletín Oficial, que mucho se asemeja al borrador que el organismo sanitario publicó en junio de 2024, por el que en su momento abrió un proceso de consulta pública en su web oficial, para recibir opiniones no vinculantes de parte de la comunidad veterinaria y productiva local.
En concreto, lo que se modifica son los alcances de la segunda campaña de vacunación, que suele iniciarse en el mes de octubre de cada año. “Se vacunará solo terneros y terneras que tienen una dosis y que sí o sí hay que volver a vacunar para que la inmunidad dure 12 meses, tal como indica la resolución que aprueba las vacunas que se utilizan”, explicaron a Bichos de Campo fuentes de Senasa.
Esto supone, entonces, que se dejarán de vacunar a vaquillonas, novillos y novillitos, que hasta ahora quedaban incluidos dentro de esa campaña.
En tanto, la primera campaña del año, que se desarrolla a partir de marzo y coincide con la vacunación contra brucelosis en terneras, seguirá contemplando a todas las categorías de animales, tanto jóvenes como adultos.
Lo que sucedía, comúnmente, hasta ahora era que aquellos animales nacidos en los meses de invierno recibían su primera dosis en la campaña de primavera (todavía al pie de la madre); una segunda en la campaña de otoño (época del destete), ya que la primera solo brinda cobertura por seis meses; y una tercera en primavera por no llegar a los dos años de edad.
Sin embargo, desde el gobierno dieron cuenta de que la segunda dosis ya “garantiza la inmunidad por el período de un año”, por lo que “esta adecuación no pone en riesgo la sanidad animal”. Hay que recordar que no se registran casos de esta enfermedad desde 2006.
También se introduce una modificación en el esquema de los establecimientos de engorde a corral, que desde ahora quedarán exceptuados de la primera campaña de vacunación. De acuerdo con lo adelantado por Caputo, aquello “permitirá una disminución de casi 2 millones de dosis, con un ahorro estimado de 3 millones de dólares para el sector productivo”.
Además, desde Senasa informaron que se implementará “un nuevo modelo de acta de vacunación integrado en el Sistema de Gestión Sanitaria (SIGSA), que permitirá un registro más ágil y digital, disponible a través de la aplicación SIGSA App”.
Desde la Secretaría de Agricultura afirmaron que estos nuevos lineamientos están en sintonía con los “de otros países del Cono Sur que actualmente vacunan contra la fiebre aftosa, como Uruguay y Paraguay”.
Cabe mencionar aquí también que ya el 28 de febrero pasado, los integrantes de la Mesa de Enlace enviaron una carta al secretario de Agricultura, Sergio Iraeta pidiendo modificaciones en el cronograma de vacunación, que ya estaban consensuadas.
“En primer lugar, queremos dejar explicitado que los cambios que proponemos cuentan con el suficiente respaldo técnico y científico, por lo que no alterarían de modo alguno la seguridad sanitaria de los rodeos argentinos”, afirmaron en esa oportunidad los representantes de la Sociedad Rural Argentina, CRA, Federación Agraria y Coninagro.