Las cotizaciones de los productos del complejo sojero volvieron a distanciarse de los futuros energéticos –tanto el petróleo como el gas natural hoy cayeron fuerte– ante la perspectiva de que la oferta podría no seguirle el ritmo a la demanda en el presente ciclo 2021//22.
La demanda china de poroto y la india de aceite de soja viene escalando en las últimas semanas en un contexto internacional de alta incertidumbre porque Argentina, la mayor exportadora mundial de harina y aceite de soja, está experimentando problemas crecientes.
Argentina, tiene actualmente la soja FOB más cara del mundo, parte por cuestiones propias de ese particular mercado y parte porque los valores de referencia –fijados por el Ministerio de Agricultura de la Nación– son calculados con “anabólicos” para propiciar tanto una mayor liquidación de divisas como de ingresos tributarios por derechos de exportación, que en el caso del poroto representa un 33% del valor FOB.
Sin embargo, debido a la enorme presión tributaria y las distorsiones cambiarias, los productores argentinos deben vender la soja al valor FAS más barato del mundo, lo que retrasa las decisiones de venta en un contexto además complicado por la incertidumbre política y económica.
Un gráfico clave para explicar porqué la soja es la única moneda presente en la economía argentina
En ese marco, hoy miércoles el precio de cierre del contrato de Soja Rosario Noviembre 2021 del Matba Rofex terminó en 361,0 u$s/tonelada con un alza intradiaria de 3,5 u$s/tonelada, mientras que el FAS teórico de la industria aceitera para esa posición, calculado por la Bolsa de Comercio de Rosario, no supera los 355,0 u$s/tonelada. Es decir: está operando con márgenes negativos cuando aún faltan casi cinco meses para el ingreso de la nueva cosecha.
Adicionalmente, si bien el río Paraná, la principal vía de salida de los cargamentos de harina y aceite de soja argentinos, recuperó niveles en las últimas semanas luego de una bajante histórica, volvería a perder caudal próximamente, según proyecciones realizadas por el Instituto Nacional del Agua (INA).
En lo que respecta a la demanda internacional, los crecientes precios de la electricidad y del gas natural en la mayor parte de las naciones del mundo, generados por la “crisis energética”, podrían incentivar un crecimiento de las importaciones del producto ya elaborado –harina de soja– en lugar del poroto sin procesar, tornando así mucho más competitiva, en términos estructurales, a las harinas vegetales importadas que se emplean en Europa y Asia para transformarlas en proteínas cárnicas y lácteos.
En ese marco, la presión de la demanda externa de productos del complejo sojero de EE.UU. se viene incrementando de manera progresiva, dado que se priorizan las mismas ante las incertidumbres presentes en la Argentina.
Hoy miércoles los valores de la harina de soja subieron con fuerza, de manera tal que el contrato Diciembre 2021 terminó con un alza de 7,9 u$s/tonelada para finalizar en 413,0 u$s/tonelada. Eso permitió que el contrato de poroto de soja Enero 2022 terminara con un alza de 9,5 u$s/tonelada para finalizar en 469,2 u$s/tonelada.