Hoy martes se registró una nueva liquidación generalizada de contratos de commodities energéticos, minerales y agrícolas ante el temor de que la difusión de nuevas variantes de Covid-19 promuevan una desaceleración de la economía global.
Sorpresivamente, el gobierno de Nueva Zelanda anunció hoy martes un encerramiento obligatorio total de una semana para Auckland y Coromandel, mientras que en el resto del territorio la medida, en principio, se extendería por tres días seguidos. El motivo de tan drástica decisión reside en intentar evitar la propagación de las nuevas variantes de Covid-19.
Covid-19 lockdown in pictures: Empty streets across the country as level 4 begins https://t.co/EvhsNaqjPR
— Stuff (@NZStuff) August 17, 2021
En las principales ciudades japonesas, australianas y canadienses se mantienen restricciones a la circulación de personas con el mismo propósito, mientras que en China, si bien la información oficial no es confiable, también estaría implementando confinamientos masivos en vastas regiones de su territorio.
En tanto, en muchas naciones de la Unión Europea se intenta avanzar en la aplicaciones de restricciones selectivas aplicadas contra los no-vacunados contra Covid-19, lo que promovió numerosas protestas sociales en las últimas semanas.
Ante tal panorama, administradores de grandes portofolios de inversión que buscan anticiparse a eventos futuros, ya sea para obtener una utilidad o bien proteger el capital de un suceso adverso, liquidaron hoy grandes posiciones en contratos de materias primas para provocar caídas de precios en casi todos los productos agroindustriales (el único que zafó fue la harina de soja).
Vale remarcar que los factores intrínsecos del mercado de commodities en general y granos en particular son favorables, en términos estructurales, debido a una oferta prevista que no lograría cubrir las necesidades de la demanda, la cual, en caso de enfriarse por un nuevo “encerramiento global”, dejaría de consumir muchas cosas, peor no alimentos.
Foto Nueva Zelanda. www.stuff.co.nz