En Córdoba se toman los controles muy en serio. Y está bien. Resulta recurrente en este último tiempo recibir noticias de clausuras de equipos o galpones por no contar con la habilitación necesaria, o no estar enmarcados en la ley.
En este camino se han clausurado acopios de fitosanitarios, galpones de envases vacíos y hasta pulverizadoras de arrastre, que son usadas para aplicar los fitosanitarios en los lotes.
Claro, que para operar deben estar ceñidos a las Leyes N° 9164 y N° 8820, que regulan el uso de la receta fitosanitaria digital, las habilitaciones de los equipos de pulverización y de sus operarios, así como las habilitaciones de los expendios y depósitos de fitosanitarios, y la presencia de productos fitosanitarios hormonales prohibidos o restringidos.
En ese marco y luego de recibir una denuncia, funcionarios del Ministerio de Bioagroindustria a través de la Dirección General de Fiscalización y Control de Córdoba, realizaron controles en el Departamento San Justo, y en Brinkmann clausuraron una pulverizadora.
Según explicaron desde la provincia, durante las inspecciones, se procedió a la clausura preventiva de una máquina autopropulsada, utilizando faja y precinto.
Además, se intimó a los productores rurales a que realicen las recetas fitosanitarias digitales correspondientes.
Las autoridades recalcaron que todas las aplicaciones de productos fitosanitarios deben ser realizadas con equipos y operarios habilitados para tal fin. Además, la aplicación debe estar prescripta a través de una Receta Fitosanitaria Digital, emitida por un asesor fitosanitario.