La entidad que agrupa a la industria aceitera brasileña (Abiove) ajustó hoy al alza la estimación de molienda de soja para el presente año 2025 para ubicarla ahora en 58,5 millones de toneladas, una cifra 5% mayor a la registrada en 2024.
En el último lustro el procesamiento de soja en Brasil creció casi un 25%, lo que representa, en términos nominales, un aumento superior a 11,0 millones de toneladas.
Gran parte del dinamismo del sector se explica por la política de promoción de biocombustibles implementada por el gobierno nacional, ya que a partir de agosto pasado la mezcla obligatoria de biodiésel (elaborado con aceite de soja) con gasoil pasó a ser del 15% (E15).
Ese es el motivo por el cual la oferta exportable brasileña de aceite de soja viene disminuyendo a contramano del crecimiento de la producción. Para este año Abiove estima que se embarcarán 1,35 millones de toneladas versus 1,36 y 2,33 millones en 2024 y 2023 respectivamente.
No sucede lo mismo con la harina de soja, dado que, si bien el consumo interno es importante, la oferta exportable brasileña de ese producto viene creciendo de manera sostenida en los últimos años. Para 2025 se proyectan embarques por 23,6 millones de toneladas contra 23,1 y 22,4 millones en 2024 y 2023.
Un dato que no pasa desapercibido es que Abiove proyecta que la existencia final de harina de soja al finalizar el presente año se ubicaría en 4,57 millones de toneladas, el nivel más elevado de la última década.
El empuje que muestra el sector sojero de Brasil contrasta con el amesatamiento de la situación presente en la Argentina, donde el procesamiento prevista para la actual campaña comercial 2024/25 es de 42,2 millones de toneladas, según la Bolsa de Comercio de Rosario.