“No hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al shock”, dijo el presidente Javier Milei en su discurso durante la asunción, confirmando lo que prometió durante toda la campaña: recortar gastos en el sector público.
Algunos de esos recortes parecen apuntar directamente hacia la planta de trabajadores que tienen las distintas carteras del Estado, que recientemente fue achicado a solo 9 Ministerios. La Secretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca, que sería renombrada ahora como Bioeconomía, seguirá bajo el paraguas de Economía y espera aún por la designación oficial de sus funcionarios, al igual que novedades respecto a los trabajadores que la compondrán. Por ahora, el clima entre los empleados es de temor.
“Claro que hay miedo. La impronta de este gobierno se asemeja en gran medida a la de Juntos por el Cambio, aunque reforzada en términos de su visión sobre lo público. Este es un organismo que en la etapa de JxC sufrió 1200 despidos, con lo cual se vive con mucha angustia el inicio de un proceso que dice que va a profundizar lo hecho en ese momento”, dijo a Bichos de Campo Sebastián Rivera, secretario general de ATE en Agricultura y miembro de la conducción oficial de ese sindicato.
Según explicó el gremialista, desde la creación del superministerio de Economía, a cargo del ex ministro Sergio Massa, Agricultura se dividió en tres pilares: el Instituto Nacional de Agricultura Familiar Campesina e Indígena (INAFCI), la Dirección de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales (DIPROSE), y Agricultura per sé.
De acuerdo con los datos que maneja ATE, el INAFCI tiene unos 1000 trabajadores, la DIPROSE unos 400 y la Secretaría de Agricultura unos 2300 trabajadores aproximadamente.
Un dato relevante es que dentro de la Secretaria de Agricultura, solo 250 personas integran la planta permanente. El resto posee contratos que deben renovarse una vez al año conforme la ley que los enmarca, a pesar de que muchos poseen una antigüedad que supera los diez años.
Este lunes, en su debut como vocero del gobierno, el economista Manuel Adornis, dijo que a partir de ahora enfrentaran a los ñoquis exigiendo “100% de presencialidad” y aseguró que los que deben tener miedo son los “trabajadores militantes”.
“Estamos trabajando con lo mínimo. Tratarnos de ñoquis es una estigmatización que nosotros nunca compartimos. No somos ñoquis. Acá si quieren hacer un recorte, un ajuste, que lo hagan sin mentira de por medio. Enfrente a la sociedad y digan la verdad respecto de que quieren reducir el empleo público”, le contestó Rivera.
Sobre la otra estigmatización, la de los militantes, el gremialista de ATE señaló: “Obviamente que hay compañeros que militan en el peronismo, que militan en el radicalismo, que incluso militan en las filas de Milei, porque como en cualquier lugar hay gente que milita políticamente. Que eso suponga que esto es un aguantadero, no es cierto”, afirmó.
En paralelo, los trabajadores esperan la llegada del nuevo secretario Fernando Villela, que todavía aguarda por su designación oficial.
“Esperemos que el trato sea bueno institucionalmente como corresponde. Y esperemos que los trabajadores no sean mencionados como militantes sino que efectivamente se profesionalice mucho más de lo que está hoy por hoy el organismo. Nosotros pretendemos que las cosas mejoren, y en eso los trabajadores son la parte central para que esto vaya bien”, sostuvo el gremialista.
-¿Han recibido algún tipo de mensaje tranquilizador desde las autoridades?- le preguntamos a Rivera.
-No. Hoy por hoy no tenemos ninguna versión oficial respecto a esto. No hemos tenido contacto aún con las autoridades.
-Si llegaran a concretarse despidos, ¿planean acciones desde ATE?
-Sí. ¿Cómo vamos a aceptar una decisión de despido de compañeros que trabajan todos los días en el organismo? De ninguna manera. Aparte porque nosotros entendemos que esa visión de la existencia de ñoquis no existe acá, con lo cual vamos a defender los puestos de trabajo.
No son ñoquis?? Son raviolones!!!! Vayan a laborar,inútiles!!!
El INASE fue deficitario en la última gestion kirchnerista. Lamentablemente se gastó más de lo que recaudó.
El INASE fue deficitario en la última gestion kirchnerista. Lamentablemente se gastó más de lo que recaudó.