El viernes de la semana pasada se autorizó el pago de la primera tanda de compensaciones para pequeños productores de soja por un monto total de 6800 millones de pesos distribuido entre unos 37.000 beneficiarios. Es decir: a razón de un promedio de unos 183.000 pesos por productor.
El listado surgió a partir de un “barrido” realizado en el Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA), donde se determinó que aquellos que registraron una facturación de hasta 20 millones de pesos en 2019 o bien que en ese año sembraron no más de 400 hectáreas de soja, estaban en condiciones de recibir una compensación.
Pero apareció un problema: como el beneficio es asignado de manera compulsiva, no había posibilidad de renunciar al mismo si así lo que quería el potencial beneficiario.
Por ese motivo, el gobierno nacional acaba de dar un plazo de dos días hábiles –contados a partir de hoy viernes– para que los pequeños productores beneficiarios de la compensación que así lo deseen puedan renunciar a la misma.
El trámite para restituir el beneficio es muy sencillo: sólo es necesario completar una declaración jurada para luego cargarla en la plataforma de Trámites a Distancia de la Administración Pública Nacional.
También puede darse el caso de que alguien esté en la duda (¿lo cobro o no lo cobro?) y, en el mientras tanto, el Estado nacional deposite el dinero en su cuenta bancaria para que, luego de ver el ingreso de efectivo, llegue finalmente el arrepentimiento.
En tales situaciones, la resolución 243/20 –publicada hoy en el Boletín Oficial– prevé que los arrepentidos podrán devolver los fondos antes del próximo 31 de diciembre (tiempo suficiente para meditarlo) a través del sitio eRecauda Sistema de Recaudación de la Administración Pública Nacional (https: //erecauda.mecon.gov.ar), donde se generará el respectivo comprobante para librarse del remordimiento de manera definitiva.