“No hay plata” es el lema del nuevo gobierno argentino de Javier Milei, el cual tiene entre manos una política de “déficit cero” para el Estado nacional. Eso mismo podría replicarse en el ámbito agroindustrial con precios –tal como viene advirtiendo Bichos de Campo– se vienen “desinflando” de manera frenética.
La harina de soja es el principal producto de exportación de la Argentina. En 2023, a pesar de un desastre climático que liquidó a gran parte de la cosecha prevista de soja, la harina obtenido de esa oleaginosa siguió liderando el ranking para generar casi 8000 millones de dólares (versus más de 12.000 millones en 2022).
En 2024, con una fase ENSO “El Niño” de por medio, se prevé una notable recuperación de la cosecha de soja y, por extensión, de la producción argentina de harina y aceite de soja.
Sin embargo, parte de lo que se ganará en volumen se perderá por precio, dado que los valores de la harina de soja parecen estar queriendo regresar a los niveles presentes en el fatídico 2020, año en el cual, debido a la pandemia, los precios de los commodities agrícolas se desplomaron.
Un gráfico publicado por Karen Braun, especialista en commodities agrícolas de la agencia Reuters, muestra que el contrato Marzo 2024 de harina de soja del CME Group (“Chicago”) está bajando en una época en la que, por factores estacionales, debería estar subiendo.
Con el ingreso de la cosecha argentina de soja de primera en el mes de abril, más las compras tempranas de soja paraguaya en marzo, se inicia la “temporada alta” comercial del complejo sojero argentino, la cual se extiende hasta septiembre/octubre.
La caída del precio que viene registrando la harina de soja desde noviembre pasado no se explica ciertamente por una cuestión comercial, dado que la Argentina –producto de un desastre climático– está “retirada” del mercado; una parte del “bache” de oferta dejado por ese país fue cubierto por su vecino Brasil,
Si a eso le sumamos que un desastre climático se llevará este año buena parte de la cosecha brasileña de soja, entonces eso termina de confirmar que el sistema de formación de precios del complejo oleaginoso está siendo influenciado por otros factores ajenos al balance de oferta y demanda.
En cualquier caso, la noticia es que, para generar una mayor cantidad de divisas, Argentina tendrá –en la actual coyuntura de precios internacionales– que esforzarse más en términos productivos.
CBOT #soymeal futures are trending in the complete opposite direction versus the last three years. During the final couple months before expiry, the 2020 March contract was among the lowest of the decade+ and 2023 was the highest. pic.twitter.com/Rewx2UpnDf
— Karen Braun (@kannbwx) January 19, 2024