Se viene encima la campaña fina argentina 2024/25 y los números proyectados del negocio son por demás preocupantes porque se requerirían rendimientos extraordinariamente elevados para que las cuentas puedan “cerrar” bien.
Los márgenes proyectados del doble cultivo trigo/soja de segunda, considerando los valores actuales esperados a cosecha en el Matba Rofex y el mismo nivel de arrendamientos que el negociado en el ciclo 2023/24, no son para nada alentadores, según muestra la plataforma AgBi.
“Los márgenes para la campaña agrícola 2024/25 son pesimistas, arrojando resultados marcadamente negativos en la mayoría de las regiones”, comentó Lucía Udaquiola, analista de AZ Group, a Bichos de Campo.
“Eso se explica principalmente por una caída en el ingreso, con rindes promedio históricos, basada en la disminución del precio de los granos; a modo de ejemplo, la soja perdió un 21% su valor en dólares, respecto al mismo momento del año pasado”, apuntó.
La contrapartida de la abrupta baja del precio de los granos es un aumento considerables de los insumos y servicios en general y de los fertilizantes en particular, lo que se explica por la persistencia de las distorsiones cambiarias heredadas del gobierno anterior y la implementación del impuesto PAIS del 17,5% aplicado por la actual gestión.
“En cuanto a los alquileres de campos agrícolas, por lo que vemos en nuestra red de productores y lo que hablamos en los grupos comerciales de AZ Group, a nivel general no se estarían ajustando a la nueva realidad del negocio, manteniéndose en muchas situaciones en los mismos niveles (en qq/ha de soja) que la campaña actual”, advirtió Udaquiola.
En conclusión: el aumento de los costos y la caída esperada del precio de los granos repercute directamente en el aumento del rinde de equilibrio (el necesario para cubrir todos los costos), que en muchos casos están por encima del rinde presupuestado a partir de promedio histórico zonal.
“Sumado a esto, el productor tiene la preocupación del pronóstico de una nueva fase ENSO ‘La Niña’, la cual se encuentra asociada con rendimientos menores a los promedio en gran parte de las regiones productivas argentinas”, comentó la analista de AZ Group.
“Todos estos factores llevan a una preocupación importante en las empresas agrícolas, ya que los números no son optimistas para ningún cultivo en la actualidad”, concluyó.