Todos los informes de las consultoras privadas que circularon las últimas horas coinciden en un aspecto básico: aunque aún no hay contundentes números en verde, la economía al menos dejó de caer y el estancamiento podría ser indicio de un crecimiento futuro.
El índice de actividad fue variado, y algunas lecturas más optimistas que otras, pero en ninguno de los casos el número de agosto alcanzó el 1%. El Índice Compuesto Coincidente de Actividad Económica de Argentina (ICA-ARG), que publican mensualmente la Bolsa de Comercio de Rosario y la de Santa Fe, mostró en agosto una variación neutra, y se ubicó en el 0,01%.
Por sí sólo, es un dato en absoluto positivo, porque muestra que la economía está estancada. En retrospectiva, cobra mayor valor, porque muestra que se interrumpió la racha de tres meses consecutivos de caídas.
En lo que va del año, el índice se mantiene un 0,2% por debajo de los niveles de diciembre de 2024. El último trimestre fue particularmente adverso, con -0,1% en mayo, -0,8% en junio y -0,7% en julio, números que estuvieron a tono con los magros resultados que obtuvo el gobierno en los comicios de la mayoría de las provincias.
El estancamiento de agosto revierte esa tendencia bajista, sobre todo, con el aporte del agro, el crecimiento en los patentamientos de vehículos nuevos y mejoras en la actividad industrial. De los 10 indicadores económicos que conforman el ICA-ARG, sólo la mitad arrojó resultados positivos.
Tampoco mostró variaciones positivas el Índice Compuesto Líder de Actividad de Argentina (ILA-ARG), que agrupa a los indicadores líderes de la economía. Con una sexta caída consecutiva, en agosto arrojó un 0,3% negativo, graficando el enfriamiento que generó la suba de tasas de interés y la contención del tipo de cambio para contener la inflación.
Luego de 2 meses de números en rojo, el producto de los principales cultivos extensivos presentó una variación mensual del 3,5%. En eso tiene mucho que ver la estacionalidad, pues la mejora es producto del avance en las cosechas de maíz y sorgo, que se habían demorado en los meses previos por las sucesivas lluvias del invierno.
En el caso del ILA, el Índice de Precio de Materias Primas de Exportación también arrojó números positivos en agosto, producto de la mejora parcial en los commodities.
Sin embargo, el patentamiento de maquinarias volvió a mostrar signos de retracción, lo que demuestra que aún no hay un repunte en la inversión dentro del agro, sobre todo con varias zonas comprometidas por las inundaciones y meses acumulados de estancamiento y baja rentabilidad.
La baja liquidación de divisas del agro durante el mes de agosto tuvo también su impacto en la recaudación estatal, que cayó por sexto mes consecutivo y se ubicó en -1,7%.
“Sobresale un desplome en la recaudación por impuestos al comercio exterior (DGA), luego de las subas extraordinarias de junio y julio por la baja temporaria de las alícuotas de derechos de exportación de granos y derivados”, explicaron desde las entidades santafesinas.
Los nuevos cambios en materia de retenciones, que permitirán el ingreso de unos 7000 millones de dólares a cambio de resignar 1500 millones en recaudación, seguramente profundicen aún más esa tendencia bajista.
Entre los sectores que crecieron se ubica, después de 5 meses negativos, la actividad industrial, que tuvo una suba mensual de prácticamente 1 punto y se ubicó en terreno positivo en agosto. La mayor incidencia, de todos modos, la tiene el sector de los alimentos y bebidas, secundado por el de industrias metálicas básicas.
En cuanto a los patentamientos de vehículos nuevos, revirtieron la tendencia bajista de los últimos 2 meses y crecieron un 1,5% mensualmente. En términos comparativos, de todos modos, no se observan esos volúmenes de ventas desde 2018.