En su discurso de apertura de Palermo, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, se mostró muy cercano al gobierno y dispuesto a otorgarle la “paciencia” que le pidieron las autoridades, pero al mismo tiempo reclamó, dirigiéndose directamente al presidente Javier Milei: “Lo que producen las retenciones es el desaliento y la desaparición del productor agropecuario. Sr. Presidente: los productores necesitamos la certeza de que usted eliminará las retenciones. Si seguimos trabajando es porque confiamos en su palabra”.
La vocación del dirigente agropecuario de no romper lanzas con las administración de La Libertad Avanza, cuyos ministros concurrieron en masa al acto de Palermo para acompañar a Milei, surgió de inmediato en su discurso: “las autoridades actuales han hecho una serie de movimientos positivos hacia políticas de Estado fundamentales, junto con la última actividad legislativa y los postulados del pacto de mayo: se han eliminado fideicomisos y restricciones a la importación y a la exportación, ha habido una apertura en el mercado, se han reducido aranceles, se ha prorrogado la quita de las retenciones al sector lácteo, y se ha eliminado la sobretasa en los préstamos financieros a los tenedores de soja. Estamos atentos a ver si esos movimientos positivos continúan y se siguen concretando en otras medidas de gobierno”, enumeró.
De todos modos, a renglón seguido el ruralista se mostró firma en los reclamos históricos del campo: “Señor Presidente, usted sabe muy bien cuál es el problema fundamental del que estamos hablando. Los productores seguimos agobiados por los derechos de exportación -conocidos como las retenciones-, que tratan en forma desigual al campo, en comparación con los demás sectores económicos y productivos. Las retenciones son un impuesto distorsivo, discriminatorio y confiscatorio”, describió. “Son un impuesto arcaico, aplicado intermitentemente en Argentina desde el siglo 19, que saquea a los productores. Si se eliminara, surgiría la respuesta inmediata del aumento en la producción, en el empleo, y, en definitiva, en la recaudación de otros impuestos más equitativos”., añadió.
También se quejó de aquellos funcionarios que se quejan de la falta de liquidaciones del campo. “Los productores del campo no somos magnates egoístas que, como a veces se dice, se sientan sobre la soja y no liquidan sus productos, especulando con las oscilaciones de su precio y despreciando las necesidades de divisas del país y las necesidades de alimentos de la población. El productor no es un especulador sino una persona eficiente en el manejo de lo que produce. ¿En qué rama de la actividad económica se liquida sin más la producción entera, que debe garantizar la vida de la empresa y su personal durante todo el año? Que no se llame especulación a lo que es, simplemente, sana y buena administración”.
Para Pino, que concentró su mensaje político en los primeros párrafos de su discurso. “Los problemas de nuestra patria son tan profundos y manifiestos que no es importante si los servidores públicos son libertarios o socialistas, peronistas o radicales. Se trata de poner el hombro para que el edificio no se derrumbe”.
“Dentro de esas reglas de juego, la oposición está llamada a aportar, marcar y corregir lo que considere incompleto o erróneo en el accionar del oficialismo. Lo que no debe hacer es oponerse porque sí, es decir, simplemente para obstruir las iniciativas oficiales, porque, de ese modo, se coloca también en contra de los ciudadanos mismos que la han votado”, reclamó.
También hubo un párrafo crítico al cepo cambiario, que para los productores son tanto o más dañinos que las retenciones. “Debemos señalar es la existencia de diferentes tipos de cambio, que deben ser unificados, así como debe ser eliminado el cepo cambiario. Y una cuestión no menos importante es la que todos conocemos como “el problema del costo argentino”.
Recién sobre el final del discurso del dirigente rural, volvió el tono más politizado, cuando prometió Pino que, si todo sale bien, “las fuerzas del cielo se vana encontrar con Las fuerzas del campo integradas en la acción”.
“El campo es producción, tecnología, pero también amor y tenacidad, el campo somos los productores, los trabajadores, los gremialistas, el campo es el trabajo con la tierra y con el sistema ecológico, el campo son también los científicos, los políticos y las fuerzas del orden, los maestros y los médicos, y las familias de todos ellos. El campo es producción de bienes, pero también de puestos de trabajo. El campo es arraigo y familia. El campo es acción política, demanda educativa, progreso científico. El campo abarca infinitas historias de pasión, sacrificio, compromiso y alegría. Estamos llenos de orgullo. El campo es mucho más que campo”, finalizó Pino.
Es una pena que la dirigencia gremial agropecuaria siga hablando de ” retenciones ” cuando los DEX son un impuesto a los productos que se exportan.
Hablando con amigos conocidos, que no pertenecen al sector agropecuario, estaban convencidos, que al igual que las retenciones a honorarios profesionales, las mal llamadas “retenciones ” eran a cuenta del pago del impuesto a las ganancias de pago anual.
Si no sabemos explicar es muy difícil que la gente nos comprenda