Dándose golpes en el pecho, un organismo de control usualmente gris e insípido, el Instituto Nacional de Semillas (INASE), mostró este martes como se destruyeron más de 15 toneladas de semilla de alfalfa ilegal, porque eran de variedades transgénicas que no habían sido autorizadas en el país. Es la primera vez que se muestra un operativo de este tipo.
“Los decomisos y destrucciones continuarán hasta eliminar toda la semilla en infracción”, se envalentónó el INASE, que tiene a su cargo controlar el mercado de semillas, donde además de OGM (organismos genéticamente modificados) no autorizados circula una gran cantidad de “bolsa blanca”, que es como se denomina la semilla convencional multiplicada por fuera de las reglas, y que no paga regalías a sus obtentores.
En concreto, según informó el INASE, “el pasado 10 de abril en la localidad de Salto, en la provincia de Buenos Aires, se procedió al decomiso y destrucción de 15.178 Kg. de semilla de alfalfa con eventos transgénicos no autorizados mediante el método de entierro”.
Como se ve en las fotografías que distribuyó el organismo para dar por verificado el operativo, las semillas fueron enterradas dentro de bolsas plásticas, por lo que es muy poco probable el riesgo de que germinen.
“Es importante recordar que la multiplicación, comercio y siembra de semilla con transgénicos ‘NO autorizados’, constituyen una violación a las normas vigentes y representan un riesgo para todo el proceso de comercialización de los productos o subproductos de su cultivo, como así también constituyen un riesgo para el medio ambiente, la salud humana y animal, y los mercados internacionales”, explicó un comunicado oficial, en el cual el INASE pidió a los particulares del sector que “denuncien la ilegalidad” en el mercado de semillas.
En junio de 2018, el ex Ministerio de Agroindustria autorizó la primera alfalfa transgénica de la Argentina. Se trataba de una variedad que contiene la acumulación de eventos MON-ØØ179-5 x MON-ØØ1Ø1-8 (denominaciones OCDE) y de los eventos individuales MON-ØØ179-5 y MON-ØØ1Ø1-8″.
El primer evento aporta una alfalfa que tiene un bajo contenido de lignina.
El segundo evento es de vieja data, porque fue creado en 2006. Es la famosa alfalfa RR (Roundup ready) o tolerante al herbicida glifosato.
La nueva alfalfa transgénica fue presentada por el INDEAR (el Instituto de Agrobiotecnología Rosario SA), que comparten el Conicet y la empresa argentina Bioceres, que se ocuparía de la comercialización del nuevo cultivo. Pero el desarrollo de los eventos, como sus nombres científicos lo indican, fue una obra de la multinacional Monsanto, que ahora fue absorbida por Bayer.
Pero antes de esa autorización, la presencia de una variedad transgénica RR fue denunciada en múltiples ocasiones. Era vox pópuli que esa semilla se podía adquirir ilegalmente en el país, incluso a través de redes sociales.
En una nota que escribió para La Nación en noviembre de 2016, una fuente de la industria semillera comentaba: “Hace tres años escuché por primera vez acerca del uso de alfalfa resistente al herbicida glifosato. Fue un amigo el que me llamó un día para preguntarme por la alfalfa RR porque alguien le había comentado que en la provincia de Santiago del Estero se estaban sembrando algunos lotes. Fue muy sencillo comprobar luego que esta semilla se estaba ofreciendo abiertamente, incluso por páginas de internet”.
El INASE confirmó esta irregularidad e incluso secuestró varias veces esa semilla transgénica no autorizada. Es la que ahora se ha destruido, dándose fuertes golpes en el pecho.