Las exportaciones de aceite de oliva se expandieron un 27% en el primer semestre de 2024, alcanzando un valor de 54,6 millones de dólares, lo que representa un significativo aumento respecto a los 43,2 millones de igual período en 2023.
De esta forma, según destacó un informe de la consultora IES, el producto argentino se consolidó en el exigente mercado internacional en un contexto de altos precios, luego de que la intensa sequía en la Unión Europea afectó el volumen de exportaciones de España e Italia, principales países productores de aceite de oliva.
“En junio del corriente año, los precios internacionales del aceite de oliva en los puertos de España
presentaron un fuerte incremento interanual del 25,4% al observar 791 euros cada 100 kilogramos. Cabe destacar que en el promedio de 2023, los precios mostraron una recuperación del 75%. Pero desde los mínimos registrados en julio de 2020 el salto ha sido mayúsculo, de nada menos que 315%.
Tomando como referencia esto datos, Alejandro Ovando, director de la consultora Investigadores Económicas sectoriales (IES), remarcó que “el sector externo continuará siendo el catalizador sectorial, ya que el posicionamiento internacional de los productos olivícolas argentinos es bueno”.
En 2023, la producción de aceite de oliva alcanzó las 53.300 de toneladas, lo que implicó una recuperación del 39,3% respecto al año 2022, cuando se habían registrado un total de 37.600 toneladas. El consumo interno, en tanto, llegó hasta las 15.700 de toneladas, y se ubicó un 39% por encima de las 11.300 toneladas de 2022, detalló el informe.
Por otra parte, en el caso de las aceitunas de mesa, que cuentan con una significativa producción en el país, el informe reveló que también se registra una recuperación en la exportaciones.
“Las aceitunas de mesa mostraron una recuperación del 77% durante los seis meses del corriente año. Al cotejar el comportamiento en toneladas, se observa un crecimiento del 53% durante el 2024, ya que se registraron un total de 32.300 toneladas enviadas al exterior, mientras que durante el mismo período del año 2023 se habían enviado un total de 21.100 toneladas”, dijeron desde IES.
Sin embargo, el panorama a nivel de mercado interno alrededor de este producto, muestra todo lo contrario. Durante 2023 se experimentó una caída en el consumo del 41,5%, respecto al 2022. En gran medida, esto se debe a la reducción del poder adquisitivo de los argentinos y la aceleración de la inflación. Es lógico que con esta situación económica las familias prescindan de los productos olivícolas que no forman parte de la lista de artículos de primera necesidad.