No es la Mesa de Enlace, donde dominó la prudencia. Es una de sus cuatro patas la que salió a mostrar su alineamiento con el camino de reformas emprendido por el presidente Javier Milei a través de un decreto de necesidad y urgencia (DNU) que modifica varios senderos en la vida económica y laboral de la Argentina, entre ellas los niveles de protección a los trabajadores o las regulaciones al libre comercio.
En un comunicado, sin esperar a sus socios políticos de las otras entidades, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) explicitó “su apoyo a la línea trazada en materia de transformación del Estado y cambios en las normativas legales, comerciales, productivas y laborales anunciadas el pasado 20 de diciembre por el presidente de la Nación, Javier Milei”.
“Esta batería de medidas apuntadas a transformar el estado actual de la Nación, redefinir el rol del estado, disminuir el déficit fiscal imperante, abrir a la competencia, desregular y perfilar una Argentina en línea con el resto de los países exitosos del mundo, merecen el respaldo global de entidades como la nuestra, que viene reclamando desde muy largo tiempo, estas transformaciones”, se explayó la entidad que agrupa a 16 confederaciones rurales y unas 300 sociedades rurales de base diseminadas por todo el interior.
En este sentido, y sin esperar a ver el derrotero político que siga el DNU de Milei (que podría ser cuestionado en diferentes ámbitos del poder legislativo y judicial), los ruralistas consideraron que “no caben dudas que se imponía un cambio radical en el manejo de las cuentas públicas, ya que no hay posibilidad de crecimiento y desarrollo armonioso de la producción y la economía con un déficit que se deglute las buenas intenciones, máxime cuando este va acompañado de medidas tendientes a maniatar, intervenir, restringir y entorpecer”.
“Esas recetas intervencionistas han llevado a la Argentina a los peores guarismos de su historia en materia de pobreza e indigencia, lo que evidencia la decadencia de un modelo populista que atrasa y detiene la producción, al tiempo que fabrica miseria y marginalidad”, apuntó el comunicado de CRA.
La entidad solo abrió el paraguas para las particularidades de cada medida anunciada en el megapaquete de reformas. Pero aclaró que “más allá de la cautela que debe tenerse hasta poder analizar punto por punto cada elemento del DNU anunciado, tomamos con optimismo los ejes rectores de las medidas esgrimidas en pos de la desregulación, el no intervencionismo estatal y la competencia”.
“Es el turno de la política, definir, si quiere seguir en la decadencia a la que nos trajo o intentar ser simplemente como el resto de los países desarrollados”, subrayó la entidad agropecuaria, remarcando lo que espera del resto de la dirigencia de la sociedad.
Horas antes de este pronunciamiento, el primer apoyo explícito que recoge Milei de las entidades del agro, una parte importante de CRA, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), había anticipado este rumbo de alineamiento.
“Es absolutamente necesario reducir el déficit fiscal y el tamaño del sector público, permitiendo que las fuerzas productivas liberen lo más pronto posible su potencial, para poder atenuar lo más que se pueda las consecuencias del ajuste”, había sostenido Carbap en su propio comunicado.