La chance de vender soja en agosto para poder utilizar el 30% de los pesos obtenidos para comprar dólares al valor solidario no fue suficiente para provocar una catarata de ventas del poroto. Por el contrario, las cantidad de operaciones realizadas bajo la modalidad 70/30 fue exigua y según fuentes oficiales se limitó a 240 operaciones por 2.600 millones de pesos.
Parece mucho, pero no lo es. Los productores de soja en el país son cerca de 50 mil, y la mayor parte de ellos está guardando parte de su cosecha en silobolsas, a la espera de un momento propicio para vender o esperando la hora de tener que afrontar los gastos de la nueva campaña agrícola. Son casi 20 millones de toneladas las que todavía están en los campos sin vender. A valores del mercado local, equivalen a unos 7.700 millones de dólares.
Mientras se aguarda que el gobierno defina si revisa el esquema y mejora la ecuación para que los productores cobren unos pesos más por su soja, de modo de acelerar el flujo de ventas y de ese modo incrementar el ingreso de divisas al BCRA, en este organismo se mostraron satisfechos por el resultado del plan de estímulos 70/30. Consistía en permitir utilizar el 30% de los pesos obtenidos por cada venta de soja para poder comprar dólar billete a un valor bastante superior al oficial, mientras que el 70% restante de los fondos podían depositarse en una cuenta especial atada a la devaluación de la divisa.
“La utilización de la cuenta 70/30 para los productores que vendan soja se potenció después de conocerse que el jueves pasado, en la última reunión del mes, el Directorio del BCRA no había prorrogado la vigencia de la medida. El viernes se registró el pico con 35 operaciones por casi 900 millones de pesos, duplicando lo acumulado hasta ese día”, contaron fuentes oficiales.
La tendencia a cerrar negocios de último momento se potenció el lunes (con 48 operaciones) y hoy martes (con 83 operaciones ). Finalmente, cuando quedan pocas horas para el final de agosto, se llegó al resultado de 240 operaciones por 2.600 millones de pesos. Según las fuentes, los productores que apelaron al mecanismo “solo compraron divisas por un 25% de la posibilidad”, es decir que se conformaron con un precio algo mayor al que les hubiera tocado en las generales de la ley.
La soja disponible valía actualmente en el mercado unos 52 mil pesos por tonelada, que es un precios muy inferior al internacional (en Chicago el poroto cotiza a 555 dólares). Sucede que además del descuento del 33% por las retenciones (que reduce la cotización local a unos 385 dólares), los chacareros cobran el saldo en pesos al tipo de cambio oficial, actualmente en torno a los 138 pesos.
Justamente la complicada ingeniería financiera ideada por el BCRA para tentar las ventas mejoraba mínimamente este tipo de cambio (se estima que el precio final en pesos crecía entre 12 y 15%), pero todavía se ubicaba muy lejos del valor del dólar libre o blue, que está por sobre los 290 pesos. Por eso en el equipo económico se analizaba mejorar o modificar este mecanismo en septiembre, aunque no había nada confirmado oficialmente.
En definitiva, los 2.600 millones de pesos que se canalizaron en agosto mediante esta ingeniería equivalen a unas 45 mil toneladas de soja, la nada misma frente a las 20 millones de toneladas que siguen en el campo.