El cultivo de girasol se está expandiendo nuevamente en Argentina de la mano de buenas oportunidades comerciales con un área sembrada que alcanzó 2,2 millones de hectáreas en la campaña 2024/25 y con perspectivas de que siga creciendo en el nuevo ciclo.
Actualmente, se proyecta un área 2025/26 de 2,5 millones de hectáreas y ya se sembró casi un tercio de la superficie estimada, aunque no se descarta que el número final pueda ser inclusive más elevado.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estima que la producción de girasol argentina en 2025/26 podría ser de 5,11 millones de toneladas con una oferta total, considerando el remanente de la campaña previa de, 6,13 millones.
El dato es que gran parte del éxito que está registrando el cultivo se explica por los esfuerzos realizados por las empresas semilleras, que en la última década realizó inversiones orientadas a mejorar el contenido de materia grasa de la oleaginosa.
En el siguiente gráfico se presenta el porcentaje promedio de materia grasa de las muestras recibidas por la Cámara Arbitral de Cereales de Rosario según las provincias de origen.
El avance genético, junto con diseños agronómicos apropiados, permitieron mejorar un factor clave para incrementar la competitividad de la industria aceitera.
“Por el lado de la coyuntura comercial, lo más destacable es que el ritmo de comercialización de la actual campaña muestra un desempeño favorable, con un total pactado en el mercado por 3,6 millones de toneladas”, destaca el informe de la BCR.
“Es claro que un incremento en la producción tiende a generar un mayor volumen comercializado, pero al analizar lo negociado en términos relativos del total producido, los indicadores también muestran un buen desempeño: hasta el momento se comercializó el 77% de la producción estimada para el ciclo 2024/25, una cifra 14,4 puntos porcentuales por encima del año pasado y 7,6 puntos arriba del promedio de los últimos cinco años”, añade.
Entre enero y agosto de este año la molienda de la oleaginosa alcanzó 3,18 millones de toneladas, un máximo desde el año 2000 para igual período del año.
“De cara a los próximos meses, se espera una disminución estacional en la molienda de girasol en Argentina, pero se estima que se mantendrá un buen nivel relativo de procesamiento, dado que el nivel de stocks comerciales se mantiene holgado frente a los últimos años”, apunta.
Por otro lado, si se hace foco en las proyecciones de la próxima campaña comercial 2025/26, el mercado espera que se utilice más capacidad instalada para procesar girasol entrado el año 2026. “Si esto se acompaña de un buen nivel productivo y stocks iniciales crecientes, las expectativas nos marcan que el ritmo de procesamiento podría inclusive superar el gran año de 2025, con posibilidades de presionar con un buen nivel de oferta de aceite y harina en los mercados globales entre marzo y agosto de 2026”, anticipa la BCR.