Tres jugadores tuvieron que decir que sí para que se produjera la primera venta en el país de una camioneta mediante token o una moneda digital o “token”. Un productor agropecuario de 18 de Agosto llamado Guillermo Goñi, que accedió a la nueva chata. la firma acopiadora La Bragadense, que aceptó convertir los granos en ese moneda virtual. Y la concesionaria Catriel Mapú, que pudo colocar el vehículo de esa particular manera.
Todo se realizó a través de la plataforma Agrotoken, que anunció la que parece una sencilla venta de una camioneta como “un hito” para los agronegocios. ¿Por qué? Porque sería la primera vez que sucede algo así. Es decir, que la camioneta sea pagada a través de una criptomoneda que cotiza en paridad con la soja y el maíz que producen los chacareros en estas pampas.
Está buena esta explicación hallada en la página del BBVA: “Un token (en inglés quiere decir ficha, como por ejemplo las que se utilizan en las máquinas recreativas) en realidad no es otra cosa que un nuevo término para una unidad de valor emitida por una entidad privada”. Un token tiene semejanzas con ‘bitcoin’ (tiene un valor aceptado por una comunidad y se fundamenta en blockchain), pero a la vez es un concepto más amplio. Es más que una moneda, ya que tiene más usos”.
A partir de ahí, la gente de Agrotoken explica que “convertimos los cultivos reales en activos digitales a través de la tokenización y, de esta manera, gestamos una ‘stablecoin’, es decir un criptoactivo estable con paridad en granos. Sabemos que, por cada Token, hay una tonelada de granos real custodiada en un acopio que lo respalda’.
Dicho todo esto, lo que sucedió ahora es que Agrotoken intermedió en la primera transacción intercambiando un vehículo por estos agrotokens.
Allí aparece, canchero, el productor Guillermo Goñi, que es de la localidad de San Miguel del Monte eintercambió sus tokens de soja por una Pick Up 4×4 (una Toyota Kilux) en el Concesionario Catriel Mapú. La soja de respaldo a esta criptomoneda estaba almacenada en La Bragadense.
Esto fue posible porque el concesionario, una empresa familiar que cuenta 28 años de trayectoria en Olavarría, 9 de Julio y Azul, se sumó recientemente como comercio adherido a la red de intercambio de los agrotokens.
Eduardo Novillo Astrada, el CEO de Agrotoken, explicó que “el desarrollo de este ecosistema implica un gran avance para los agronegocios, en el cual convergen el mundo cripto y el campo, en un marco de confianza, dando paso a una gran cantidad de posibilidades”.