“Eliminamos aranceles claves para abaratar el costo de los fertilizantes, lo cual redujo el precio de esos insumos. Por ejemplo, el precio de la urea se redujo de 830 dólares, el 15 de febrero, a 588 dólares en la actualidad”. Así lo indicó este domingo el presidente Javier Milei en el discurso inaugural de la Expo Rural de Palermo.
En mayo pasado el gobierno efectivamente procedió a reducir a cero el arancel para ingresar urea granulada, fertilizantes fosforados (MAP y DAP) y nitrato de amonio.
Sin embargo, el impacto de esa medida es limitado en el caso de la urea porque parte de ese insumo clave se elabora en el país (Profertil) y otro tanto se importa desde Egipto con arancel cero; esto último porque la nación africana tiene un Tratado de Libre Comercio con el Mercosur que Argentina validó desde el año 2017.
Por otra parte, desde febrero de este año el precio internacional de la urea descendió. Si bien en las últimas semanas comenzó a recuperarse luego de tocar un “piso” en mayo pasado, sigue estando por debajo del nivel registrado a comienzos de 2024.
De todas maneras, el mayor aporte de la gestión de Milei en la reducción del costo de los fertilizantes no se originó por cuestiones arancelarias, sino cambiarias.
En la actualidad, al momento de solicitar divisas al BCRA al tipo de cambio oficial, los importadores de fertilizantes (también de insumos para formular fitosanitarios) deben esperar 30 días para acceder a los dólares necesarios para cancelar la operación.
En el segundo semestre del año pasado la gestión de Sergio Massa implementó un mecanismo tan arbitrario y discrecional para los importadores que hizo prácticamente imposible saber con certeza no sólo los plazos de acceso a divisas, sino también el monto, pues el BCRA por entonces liberaba –a veces varios meses después de iniciado el trámite– solamente una porción de los dólares solicitados.
Esa incertidumbre, por supuesto, no era “gratis” y se trasladaba a los costos de importación. El ordenamiento de esa situación por parte de la gestión de Milei permitió reducir esa “brecha” a niveles más aceptables, tal como se evidencia en el siguiente gráfico elaborado por la consultora IF Ingeniería en Fertilizantes.