Actualmente la industria argentina exportadoras de carne vive una suerte contradicción. Sucede que precisamente en uno de los momentos históricos en los que más volumen exporta (posiblemente 2024 termine con un nuevo récord de exportación), los frigoríficos aseguran que lejos de ganar están perdiendo plata.
Para entender esta paradoja, Bichos de Campo conversó con Miguel Jairala, economista del Consorcio ABC, quien dejó en claro y sin muchas vueltas que los números actuales no son buenos para los exportadores, debido a una diversidad de factores bien complejos. La suba de costos de operación (en salarios, tarifas electricas y fletes) es uno de ellos; y el alto valor en dólares de la materia prima (en este momento el novillo argentino es el más caro del Mercosur) es otro elemento. Adicionalmente, y aunque el presidente Javier Milei se disguste, el atraso cambiario al que cobran los exportadores sus ventas es más que evidente. La baja de retenciones no llegó a compensar ese detalle.
Pero Jairala marca otro factor en este combo, que es la alta dependencia de la industria argentina para con un único mercado que absorbe el 70/75% de las exportaciones: China. El experto cree que la Argentina no tiene diversidad de mercados y ha quedado demasidado dependiente de un mercado que ha bajado los precios a los que importa casi en un 40%, ya que ha cedido su capacidad de compra.
“Por las restricciones que tuvimos en los cuatro años del gobierno anterior, hubo una matriz muy poco diversificada de exportaciones y Argentina quedó muy expuesta al mercado chino. No se pueden abrir nuevos mercados, porque había cupo de exportación, había cortes prohibidos y no estaban las condiciones dadas para que los empresarios avancen en desarrollar nuevos clientes”, señaló Jairala, que es uno de los que mejor entiende las particularidades del negocio de la carne.
Mirá la entrevista completa a Miguel Jairala:
“La caída de precios de China ronda el 40% y esto pegó mucho en lo que es la rentabilidad del negocio. O sea, un negocio que vende entre 7 y 8 de cada diez kilos a un determinado destino y ese destino paga un 40% menos te impacta en todo”, explicó.
Si bien el economista está convencido que este escenario no será eterno, entiende que los cambios que mejoren la ecuación tampoco se darán de un día para otro. “Estamos trabajando en atraer nuevos clientes pero eso lleva tiempo. Más allá de que existen otros destinos y estén con buenos precios, como por ejemplo la Unión Europea o por ahí algunos productos que en Estados Unidos se colocan bien, también esos mercados se debe hacer con carne de mejor calidad”.
Miguel explicó que la actual falta de rentabilidad del negocio no está sujeta solo a los bajos precios, sino al escaso producto en oferta y el costo operativo de sus plantas. Por supuesto que no es lo mismo faenar una vaca que un novillo. Sin embargo ambos se exportan a China, casi por el mismo valor y definitivamente así, no se llegan a compensar los costos.
“Hubo dos momentos que China pagó excesivamente nuestra carne y fue con la crisis de oferta de la carne de cerdo durante la peste porcina africana en 2019. Sin embargo hoy, el poder de compra del mercado chino da para comprar una vaca y hasta ahí no más. Entonces lo que hace Argentina básicamente es un trabajo de integración de cortes, porque no tiene mejor alternativa posible que enviarlo al mercado chino. Por eso es importante comenzar a diversificar”, insistió el analista.
Por eso recomienda mirar al costado y replicar las estrategias del país vecino. “Brasil, que es mucho más grande que nosotros, trabaja todos los mercados del Medio Oriente y el norte de África. Inclusive trabaja mucho más agresivamente el sudeste asiático y la propia China que nosotros. Y no es que sean mercados que compren a mejor valor, sino que te dan la posibilidad de diversificar y no quedar tan expuesto”, precisó.
-¿Por qué siguen exportando tanto si decís que es más casi mas rentable vender la carne al mercado interno?
–Porque hubo un proceso de inversiones muy fuerte cuando apareció este nuevo mercado llamado China en 2019. Se pensó que iba a ser una demanda estructural muy alta, y se pensó que el precio iba a ser más parecido al que era, que al que actualmente es. Por ahí nos equivocamos. Antes de China, Argentina era un país que básicamente exportaba poco por las restricciones del gobierno y porque no había competitividad para nuevos mercados. Entonces estábamos muy enfocados en un producto enfriado para la Unión Europea y asociado con mercados como Chile o Israel básicamente.
“Apareció China y nos cambió la forma de producir y tuvimos que pasar a congelar para abastecer el volumen de carne que pedía China. Para congelar necesitas una tecnología, que las plantas no tenían. Entonces todas las empresas compraron una cosa que se llama cartón freezer, que es una máquina que congela la carne adentro de la bolsa. Ahora esas cámaras de frío hay que llenarlas porque vacías cuestan más que que llenas. Por eso seguimos trabajando al nivel, aunque por ahí los los números del margen del negocio no acompañen semejante inversión en capital fijo”, sostuvo el economista del Consorcio ABC.
-Entiendo que con semejante inversión no se puede parar la rueda, pero tampoco se puede seguir perdiendo plata por mucho tiempo. ¿Cuál es la solución, seguir bajando retenciones o buscar nuevos mercados?
-El camino para generar competitividad es generar mayor kilo por animal faenado, o sea, estimular a los productores a que nos manden animales que valgan más kilos de carne, que rindan más kilos de carne. Si por el mismo costo saco 300 kilos en lugar de 240 bajo el costo unitario. Por supuesto baja retenciones, se ha dado un primer paso y esperamos que se sigan dando, en la medida que la situación fiscal lo permita y toda una simplifica impositiva para que la carga burocrática, además de impositiva en la industria Argentina se reduzca. Cuando uno invierte, se hace pensando a largo plazo y habrá que pasar estos momentos. Pero está preparada la industria exportadora para abastecer a China y todos los nuevos mercados que podamos ir consiguiendo en el futuro.
Atraso cambiario, se está devaluando al 2% mensual, una barbaridad, no pueden hablar de atraso. Paguen menos la hacienda, o sean más eficientes en los frigoríficos, q derrochan recurso. Están acostumbrados a ganar muchísimo. Ahora hay q competir.