Mientras que el gobierno brasileño de Jair Bolsonaro inició un acercamiento con Rusia para asegurarse la provisión de un insumo estratégico para el sector agroindustrial, el presidente argentino Alberto Fernández viajó hasta esa nación para pedir –por decirlo de alguna manera– dinero.
Fernández mantuvo ayer en el Kremlin de Moscú una audiencia con su par ruso Vladímir Putin, donde se habló de la vacuna Sputnik y de promesas relativas a inversiones en trenes, electricidad, gas, petróleo e industria química. En fin, nada concreto.
En realidad, el motivo central de la misión oficial –para lo cual viajó el ministro de Economía Martín Guzmán– fue solicitar al gobierno ruso que facilite recursos el Estado argentino con el propósito de incrementar las reservas internacional del Banco Central (BCRA).
¿Cómo podría ocurrir eso? Veamos. El año pasado el Fondo Monetario Internacional (FMI) distribuyó Derechos Especiales de Giro o DEG (la “moneda” del FMI) por un valor equivalente de 650.000 millones de dólares entre todas las naciones del mundo con el propósito de “mejorar la liquidez global”.
Recientemente, en el FMI surgió una iniciativa, denominada “fondo de resiliencia”, por medio de la cual se permitiría que las naciones desarrolladas que recibieron la partida extraordinaria de DEG puedan prestar esos recursos a países pobres o de “ingresos medios vulnerables”. En ese marco, Argentina está haciendo lobby entre diferentes países para recibir una “tajada” de ese nuevo fondo.
Hoy viernes, un día después de la reunión entre Fernández y Putin, la ministra de Agricultura brasileña, Tereza Cristina, anunció que el grupo ruso Acron cerró la compra de la Unidad de Fertilizantes Nitrogenados (UFN3) de la compañía estatal Petrobras.
UFN3 es una unidad industrial de fertilizantes nitrogenados ubicada en la zona de Três Lagoas. La construcción de la UFN3 se inició en septiembre de 2011, pero se interrumpió en diciembre de 2014, con un avance físico del orden del 81%. Una vez finalizada, la unidad tendrá una capacidad de producción de urea y amoníaco proyectada de 3600 y 2200 toneladas/día respectivamente.
Boa notícia para o 🇧🇷 e para Três Lagoas/MS. A @petrobras aprovou a compra da Unidade de Fertilizantes Nitrogenados (UFN3), que teve as obras paralisadas há alguns anos. A
retomada ajudará o 🇧🇷 na produção desses fertilizantes, essenciais para nossa agricultura. @jairbolsonaro pic.twitter.com/dReZdGFVnu— Tereza Cristina (@TerezaCrisMS) February 4, 2022
“La agricultura brasileña ganará mucho con la instalación de esta fábrica, que producirá fertilizantes nitrogenados, urea, que es fundamental para que nuestra agricultura dependa cada vez menos de esos nutrientes”, dijo la funcionaria, quien había viajado a Rusia en noviembre pasado para terminar de definir los últimos detalles de la operación.
Con la venta anunciada el gobierno brasileño “mata dos pájaros de un tiro”. Por un lado, se asegura la puesta en marcha de una planta industrial que no estaba operativa para incrementar la produción nacional de urea. Por otro, como el grupo Acron produce también fertilizantes fosforados, refuerza la disponibilidad interna de ese recurso crítico por medio de la importación del mismo desde Rusia.
Actualmente, Brasil importa alrededor del 80% de los fertilizantes utilizados en la agricultura nacional, por lo que contar en su propio territorio con unidades industriales de compañías internacionales que operan en el rubro es una cuestión estratégica. En lo que respecta a la Argentina, el país importa el 100% de los fertilizantes fosforados.