Por Nicolás Razzetti.-
El Ministerio de Agroindustria festejó esta semana la creciente participación argentina en la llamada Cuota 481, que permite la exportación a la Unión Europea, sin pagar aranceles, de carne producida bajo el sistema de engorde a corral.
Lo que el gobierno celebró es que la Argentina más que duplicó su participación en ese cupo de exportación, por el que debe competir con otros países ganaderos como Uruguay, Nueva Zelandia o Estados Unidos. “La participación de nuestro país alcanzó el 8,06% del cupo total, con 3.686,23 toneladas certificadas y 280 certificados emitidos”, informó Agroindustria. En el segundo semestre de 2017 se vendió carne de feed lot por us$ 35.242.474, con un valor promedio de us$ 9.560 por tonelada.
Sin dudas, el dato da cuenta de la mejor performance exportadora de la Argentina, pero no todas son buenas noticias.
Los Estados Unidos están reclamando a la Unión Europea cierto trato preferencial en cuanto a su participación en la Cuota 481. En resumidas cuentas, piden que se les reserve 25 mil toneladas sobre el total de 45 mil. De ese modo, los demás países participantes (Australia, Nueva Zelanda, Uruguay y Argentina) se repartirían solo 20 mil restantes.
Ese cupo, en rigor, fue creado para compensar a los Estados Unidos por la prohibición en Europa respecto del consumo de carne producida con hormonas de crecimiento.
El pedido de la Administración Trump encendió una alerta en el sector feedlotero local, ya que genera cierta incertidumbre respecto de la evolución del negocio.
José Luis Triviño, presidente de la Cámara de Feedlot, reconoció que “Estados Unidos pretende por lo menos quedarse con la mitad del cupo”, Agregó que si bien la cuota no se caería, habría menos para repartir entre los demás países.
El planteo de los Estados Unidos está en estudio pero se cree que prosperará. Por eso el feedlotero Juan Eiras dijo “si bien se trata de negociaciones que no se definen, en poco tiempo la modificación podría afectar al negocio. Lo que el sector necesita es tener más certidumbres. Por eso pedimos a la industria que se instrumente alguna herramienta, como un precontrato o acuerdo de que los novillos se van a faenar. Eso alentaría las inversiones”, aseguró.