El discurso grabado del ministro Luis Caputo se fue demorando: había sido anunciado primero para las cinco de la tarde, pero habían pasado las seis y todos seguían esperando. Mientras eso sucedía, el auditorio de la Universidad de Belgrano comenzaba a poblarse de gente porque el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), al mando del argentino Manuel Otero, había decidido reconocer la larga trayectoria académica de Fernando Vilella, el flamante secretario de Bioeconomía.
Vilella, que todavía no ha sido formalmente designado como funcionario pues tampoco se formalizó la creación de dicha Secretaría, ha venido manteniendo con el correr de los años una cátedra en Bioeconomía, con apoyo de este Instituto Agrícola dependiente de la OEA (Organización de Estados Americanos) que tiene su sede en Costa Rica. Esta convocatoria, que finalmente coincidió con los anuncios, se organizó así porque Otero volvía de la COP28 realizada en Emiratos Árabes Unidos, y pasó brevemente por Buenos Aires.
Lo cierto es que allí confluyó todo el equipo que acompañará a Vilella en su gestión, que comenzó con el pie izquierdo: el catedrático había dicho que no asumiría en el cargo si el equipo económico no le aseguraba que no iba a tocar las retenciones al agro -e incluso propuso eliminarlas en algunos productos, como el girasol o la cebada-. Pero Caputo, al parecer, desoyó por completo esa posibilidad y en cambio elevará el tributo a 15% para todos los productos, incluidos los del agro.
En este escenario, la distinción honorífica “Cátedra IICA: Bioeconomía” que le otorgó el IICA por sus valiosos aportes y extensa trayectoria académica en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), habrá tenido un sabor muy amargo.