Sábado al mediodía. Cañuelas, los pagos de Alberto Samid y de Gustavo Arrieta, el intendente de ese partido. Máximo Kirchner, hijo y principal operador político de Cristina Kirchner, habla en un acto de claro tinte electoral en el que augura un triunfo del peronismo en la presidencial del 27 de octubre. Les recomienda a sus partidarios que “no tiren la toalla” porque el gobierno de Mauricio Macri “se va” a fin de año.
Un discurso previsible hasta que luego de diez minutos de críticas a la gestión actual, Máximo hace referencia al sector agropecuario. Ahí apareció una novedad: en busca de dividir el voto del sector rural, que desde 2015 aparece muy pegado a Cambiemos, el kircherismo comenzó a marcar diferencias entre los grandes grupos agrícolas y los pequeños y medianos productores que han perdido con esta crisis económica.
Créase o no, un Máximo enflaquecido (y mucho más parecido a Néstor, su padre) hasta hizo una autocrítica explícita de cómo se habían equivocado en sus días de gobierno al meter a todos los productores en la misma bolsa, como si todos en el campo fueran semejantes. Aquí el fragmento de ese discurso:
Para separar la paja del trigo, Máximo se apoyó en declaraciones recientes de Gustavo Grobocopatel, de grupo Los Grobo, quien había manifestado un apoyo crítico del agro al gobierno de Macri. “El sector está pagando muchísimo dinero en impuestos, probablemente mucho más que lo que se pagaba en la época de Cristina, y la sensación es que tiene en el Presidente un interlocutor interesado, válido, que respeta al sector y de alguna manera lo conoce”, aseguró el empresario a radio La Red. “Estamos mal pero contentos”, resumió Grobo.
Luego de citar esas declaraciones, el hijo mayor de los Kirchner enfatizó que, en caso de volver al gobierno, “nunca más tenemos que volver a confundir al pequeño y mediano productor de la Argentina con las grandes terratenientes y las cerealeras”, enfatizó Máximo Kirchner, asumiendo que en el pasado esa confusión era frecuente.
E insistió: “Es algo que tenemos que tener muy claro. Cuando vemos como (desde este gobierno) han tratado a los productores de cerdos, como tratan a los tambos y los funden, y como hay grandes empresas en el sector lácteo que los hacen firmar contratos de exclusividad con ellas, haciéndoles achicar su producción y cobrando menos hasta el límite de fundirlos”.
La gran novedad, entonces, es que necesitados electoralmente de los votos de las zonas rurales, Máximo y Cristina se han puesto a estudiar un poco sobre agro y finalmente comprendieron que “el campo” que tanto combatieron desde 2008 a 2015 está integrado por un conjunto de intereses y actividades no siempre parecidas.
En tan sesudo análisis, ahora descubrieron que -por ejemplo- hay actividades que no la están pasando bien con la devaluación, como la porcina y la tambera. A Máximo seguro se le olvidó mencionar a muchas economías regionales. Ya tendrá tiempo. Seguramente el kichnerismo enfatice sobre este punto en la campaña de los próximos meses.
Ver Cristina mostró su dolor por la situación lechera… en el tambo del hermano del intendente
No es la primera vez que quienes gobernaron el país entre 2003 y 2015 intentan un acercamiento a ciertos sectores “castigados” del sector agropecuario. En la campaña electoral que la convirtió en senadora, la propia Cristina visitó un establecimiento lechero para conocer de primera mano los padecimientos de esa actividad. Pasaron pocos minutos hasta que todos descubrimos que había una pequeña trampa: el tambo pertenecía a la familia del intendente de esa zona.
Creo que no sabes que el Gobierno anterior con la creación del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca a cargo de Julián Domínguez tuvo políticas de Estado hacia el campo como ningún Gobierno en la Historia del País. Porque incluyendo las retenciones que fueron continuación del pacto de Duhalde con las Cuatro Entidades. Hubo muchos más problemas climáticos que en esta gestión y los $500 millones de Emergencia se usaron durante los cuatro años desde el origen del Ministerio. Todos los fondos fueron distribuidos de acuerdo con las Entidades de base de cada Distrito, los Intendentes y Gobernadores. Incluyendo recursos que pasaron por FAA, CRA y Coninagro. Hoy escucharlo a Curuchet Presidente de Banco Pcia. de Buenos Aires hablando de los créditos pedidos por los productores en la muestra de esta semana al 23 y 30% cuando se encuentran con la letra chica tienen que tener 40 empleados para la tasa inferior. Tremenda hipocresía. Además en el Gobierno anterior las tasas para Ganadería era del 12% y para herramientas al 9%. Y el campo aplicó tecnología desde los pequeños productores agropecuarios que hoy no pueden tomar no agua en el Banco. Lo de el pibe Kirchner puede ser que esté aprendiendo pero si Yo te traigo al campo vas a pasar vergüenza porque nadie sabe todo. El partidismo liberal sólo sirve para fundir a los chicos.
Si, pero no es un pibe, y nno hay que creer nad.
Parece el discurso ideal para dividir aún más a los productores: chicos vs grandes. Es la versión agropecuaria del: ” la plata del pobre la tiene el grande”. Entregate. Tendrás un juicio justo. Ladri vende humo. El libreto de los tambos se lo escribió Nicolás del caño?. Desconoce la realidad agropecuaria y se nota. Lo suyo es ser aplaudido por el pobrerío del conurbano. Con un poco de suerte no vuelven más.