Veinte días han pasado desde que el ministro de Economía prometió crear un tipo de cambio mejorado (como el dólar soja lo es para la economía pampeana) para los productos exportables de las economías regionales. Sucedió el 7 de noviembre en Mendoza. Este martes quedó claro que Sergio Massa desandó por completo ese anuncio, que lucía a todas luces muy difícil de aplicar, y ahora asegura que en el primer trimestre de 2023 se tomarán otro tipo de medidas para mejorar la competitividad de esas actividades. Por supuesto, nada reconoció Massa sobre esta reculada. Se hizo el dobolu.
Invitado por el secretario de Agricultura Juan José Bahillo, Massa se presentó este mediodía en la reunión del Consejo Federal Agropecuario (CFA), que reúne a las autoridades nacionales con los ministros productivos de todas las provincias. Allí no pidió disculpas a quienes se habían ilusionado con un dólar de 230 pesos o más para los productores exportables de las provincias más lejanas del puerto, y que tanto más lo necesitan que los sojeros. Sobre aquel anunció, quedó claro que no habrá nada.
Con cortesía, los funcionarios provinciales le ahorraron el papelón.
Pero Massa mantuvo la expectativa abierta para adoptar algunas medidas que mejoren la competitividad exportadoras de las economías regionales durante el primer trimestre del próximo año, y para ello invitó a los ministros provinciales a trabajar junto a Bahillo en la búsqueda de las mejores fórmulas para cada caso. Luego de elogiar el aporte de este tipo de producciones al incremento de las exportaciones y el ingreso de divisas, así como la generación de puestos de trabajo en los diversos territorios.
“Aspiramos a que en el primer trimestre, a partir de acuerdos con los sectores y siempre mirando al mercado interno, tengamos la oportunidad de llevar programas de fomento exportador que multipliquen la capacidad de exportacion de nuestras provincias, con incentivos del Estado Nacional, ya sea de valorización del tipo de cambio o disminución de retenciones o suspensión del cobro de algunos impuestos”, dijo Massa.
De este manera, quedó formalmente sepultada la creación de un tipo de cambio especial para economías regionales que iba a regir entre el 20 de noviembre y fines de diciembre, como había anunciado en Mendoza.
El viernes pasado, cuando se confirmó la vigencia del dólar soja, Bahillo había declarado que la principal instrucción de Massa respecto de las economías regionales había sido la de trabajar propuestas específicas, cadena por cadena, porque no había una única fórmula adecuada para todas ellas. Por ejemplo, para la economía lanera de la Patagonia ya se anunció un aporte en subsidios de 1.200 millones de pesos.
El secretario de Agricultura también declaró que lo primero que iban a analizar con los gobiernos provinciales era la posibilidad de reducir retenciones que todavía quedan vigentes en muchos casos, como el tabaco, los lácteos, el girasol, el arroz, el algodón, etcétera. El problema allí radica en que no está claro si el Poder Ejecutivo está facultado para hacerlo por si solo o necesita recurrir al Congreso, aunque cuando se trate de una rebaja de impuestos y no de una suba. Para que le aprobaran el Presupuesto 2023, Massa había aceptado suprimir el artículo que reimplantaba las facultades delegadas para mover alícuotas.
Bastante confuso en sus apreciaciones (por ejemplo cuando habló a los ministros provinciales de las posibilidades que se le abrían al país gracias a la exportación de “proteínas animales y humanas”), Massa dejó sin embargo muy claro que cualquier medida específica para potencial las exportaciones regionales deberá estar diseñada para no afectar ni el abastecimiento ni los precios de esos productos a los argentinos. Puso la reducción de la inflación como una de las prioridades de la política económica para 2023.
“Es clave que se entienda que necesitamos que en cada una de las provincias vayamos de la mano de los programas de precios cuidados para nuestros bolsillos ciudadanos. Necesitamos entender y consolidar el cuidado del 70% del PBI argentino, que es el mercado interno”, indicó.
Otra pista que dejó el titular de Economía a los funcionarios provinciales fue que se tratará de dar prioridad, para la liberación de dólares del Banco Central, a aquellas importaciones de insumos y bienes de capital relacionadas con los procesos productivos locales.
En ese sentido, y tras culpabilizar a la guerra en Ucrania de varias de las desgracias sucedidas en la economía argentina de 2022, Massa apunto a que el año próximo “se van a estabilizar” varios precios internacionales, en especial el de la energía, y eso va a permitir equilibrar también el mercado cambiario, evitando el gasto extra de divisas.
“La holgura de reservas nos va a permitir facilitar la importación de insumos y bienes intermedios que muchas cadenas necesitan”, especuló, para luego pedir “trabajar en la identificación de cuáles son aquellos sectores que se plantan desde la urgencia, y cuáles son los que buscan construir stock beneficiándose con un tipo de cambio favorable, lo que constituye una ventaja financiera y no productiva”.