En plena crisis cambiaria, con importaciones frenadas por parte del gobierno nacional, el ministro Sergio Massa logró virtualmente congelar las ventas del producto que explica la mayor cantidad de divisas ingresadas a la economía argentina.
Luego de que el fin de semana el ministro Sergio Massa anunciara que las industrias aceiteras podrían disponer libremente del 25% de las divisas generadas por las exportaciones de harina y aceite de soja, se generó expectativa por una recomposición del precio interno de la oleaginosa. Una suerte de “dólar soja 4”.
Sin embargo, en una por demás extraña conferencia de prensa, el secretario de Agricultura Juan José Bahillo aseguró el martes que el 25% de “libre disponibilidad” en realidad no era tan libre porque solamente se podría emplear para comprar soja importada.
Si faltaba agregar algo más para incrementar la confusión general, luego de la conferencia de Bahillo no hubo ninguna mención oficial adicional ni publicación de la resolución en cuestión que permitiese dilucidar el dilema.
El resultado, completamente esperable, es que la comercialización de soja en el mercado disponible se desaceleró de manera dramática pues no existe certeza de cuál será el precio del poroto con el nuevo esquema por implementar.
Registros de la plataforma Sio Granos muestran que desde el lunes pasado las ventas de soja con entrega hasta el 30 de septiembre de este año y precio cierto no superan las 60.000 toneladas, es decir, un promedio diario de apenas 15.000 toneladas desde que el mercado ingresó en una “nebulosa” provocada por el propio gobierno.
El problema de haber “congelado” la comercialización de soja afecta a todas las industrias que dependen del poroto y sus derivados –alimentos balanceados, expeller, aceite de soja y biodiésel–, lo que ocasiona un trastorno adicionales a cientos de empresas ya complicadas por la turbulenta coyuntura económica.
No te cotizan ni te entregan NINGÚN subproducto de soja (expeller, harina etc.).
Porque el ministro/candidato @SergioMassa y sus secuaces de la exportación están negociando nuevas tajadas de NUESTRA PLATA.
¡¡Díganme qué les damos de comer a las vacas mientras ustedes juegan!!
— Andrea Passerini (@AnPasserini) August 31, 2023
En términos generales, el problema afecta a todos los sectores económicos que dependen de la liberación de divisas para poder gestionar importaciones críticas, dado que el tramo final de la cosecha de soja 2022/23 es la última “bala de plata” del gobierno para generar un “golpe” de ingreso de dólares a la economía antes de las elecciones presidenciales de octubre próximo.