Fin de semana con cuidada ofensiva mediática del ministro de Economía y posible precandidato presidencial del oficialismo. Mientras trata de convencer a los argentinos de que la inflación ha tomado un rumbo descendente, Sergio Massa dejó un par de definiciones sobre política agropecuaria que está bueno revisar y contextualizar.
Las reproduce, a partir de la entrevista que concedió Massa al sitio digital Infobae, la agencia oficial Télam.
Por un lado, el ministro de Economía adelantó que convocará a la Mesa de Enlace “en los próximos días” para plantear un seguimiento del sector a lo largo del trimestre, región por región, para ver “el daño a los productores argentinos” que está provocando la sequía.
Primera observación: Está más que claro que es Massa quien quiera manejar los ritmos de su relación con el agro y muestra que es él quien tiene la posibilidad (y no la obligación) de recibir a los dirigentes de las cuatro entidades más tradicionales del campo, que le habían pedido una audiencia para hablar de la sequía a mediados de diciembre pasado (ha pasado casi un mes) y solo recibieron como respuesta una invitación del secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, a una reunión a la que decidieron no asistir.
Recién ahora, cuando el tema de la sequía se cuela en todos los medios y los argentinos empiezan a notar extrañados que el gobierno se hace el desentendido (el presidente Alberto Fernández, por ejemplo, no ha mencionado ni una vez en sus discursos esta grave contingencia climática), Massa promete retomar una agenda de negociaciones con la Mesa de Enlace, que él mismo había desarticulado los últimos meses de 2022.
Ahora prometió que en los próximos días convocará a la Mesa de Enlace para plantear un seguimiento de 90 días “sector por sector y economía por economía, mirando los mapas satelitales de lluvias, mirando los mapas satelitales del INTA de humedad de suelo, y comparando caída de rentabilidad 2022 contra 2023”.
Eso sí, el ministro no contesta al pedido concreto como para que, al menos, suspenda el pago anticipado de Ganancias de los productores, que ya descuentan no la van a tener.
En la entrevista con Infobae, Massa también aseguró que se tomarán medidas para mejorar la competitividad de las economías regionales.
Segunda observación: Tomar medidas específicas para las economías regionales es lo mismo que había prometido Massa hace dos meses, luego de las grandes heladas tardías que sufrieron las provincias cordilleranas, en especial la vitivinicultura mendocina y la fruticultura rionegrina. En aquella ocasión Massa protagonizó un gaffe al anunciar tipos de cambios especiales durante diciembre para las economías regionales, semejantes al dólar soja. Cuando todos le advirtieron que era imposible implementar tal medida, aseguró que iban a tomar otras medidas que todavía no se han conocido, salvo en el único caso de la lana patagónica a la que promete compensar con aportes directos de 1.500 millones de pesos durante el mes de marzo.
Ahora, sin posibilidad de no hablar de la sequía, el titular del Palacio de Hacienda dijo que en su nueva tanda de conversaciones con la Mesa de Enlace “lo primero que hay que mirar es el daño a los productores argentinos”, insistiendo que habrá que analizar bien los datos macro antes de tomar decisiones apresuradas.
En ese sentido, Massa habló de lo que ya se sabe: la cosecha de trigo que ya termino, que había sido de 22,1 millones de toneladas el verano pasado y ahora se redujo por la falta de lluvias a solo entre 11,5 y 13,5 millones de toneladas, según las diferentes estimaciones.
Tercera Observación: Massa, en el caso del trigo, está acomodando peligrosamente las cifras oficiales sobre trigo, que por suerte no dependen del INDEC porque caerían en un descrédito profundo. En ese sentido, el ministor dijo que “en el caso del trigo las previsiones hablaban de una cosecha de entre 9 y 11 millones de toneladas”, los cual es falso porque nunca hubo estimaciones tan bajas (ni de las Bolsas ni del propio Estado) y que finalmente “el informe final da 14,7 millones”, lo cual también es falso, porque la última estimación de la Secretaría de Agricultura sobre producción arroja una cifra de 13,4 millones, y si se llega a casi 15 millones de “disponibilidad” es porque se están sumando casi 2 millones de trigo que supuestamente quedaba remanente de la campaña 2021/22.
Massa consideró que esas 14,7 millones de toneladas “si bien lo no es lo que la Argentina puede producir, no es tan dramático, ni en términos económicos, ni en términos de abastecimiento de mercado interno”.
Nosotros reiteramos que la cosecha anterior era de 22 millones de toneladas, que en esta cosecha se pronosticaban al menos 20 millones, y que finalmente la producción será de 13,4 millones de toneladas, según la última estimación oficial de cosecha.
“Respecto de la soja de segunda está claro que tenemos un problema de humedad de suelo en algunas regiones. Me gustaría seguir día a día el mapa de lluvias”, indicó finalmente Massa.
Cuarta Observación: Bueno ministro, miremos al mapa de lluvias en las próximas semanas. Todos queremos que llueva lo suficiente como para que donde caigan solo 20 milímetros luego no veamos que usted declara que llovieron 200.