El INTA informó en las últimas horas que falleció Mario Bragachini, un referente indiscutido del organismo en el sector de la maquinaria agrícola, la agricultura de precisión y todo lo que implique agregar valor a la producción argentina de granos, para generar desarrollo genuino en el interior del país y promover el arraigo de la gente cerca del campo.
Bragachini falleció este viernes por la noche, a los 65 años de edad, luego de permanecer dos semanas internado tras una complicación cardíaca. La noticia causó tristeza y conmoción en todo el sector agropecuario, donde no suelen abundar profesionales que combinen un gran conocimiento técnico con fuertes convicciones.
Mario tenía esas convicciones, y eso le costó últimamente algún dolor de cabeza por esta estupidez crónica de la Argentina, en la que todos parecemos condenados a dividirnos en dos bandos y no tenemos los equilibrios permitidos. Ahora que les toca ejercer el poder a unos, los malos eran los otros. Y viceversa.
Desde esta mirada mediocre, la de quienes inevitablemente quieren colocarnos de uno u otro lado desconociendo que la historia de los pueblos tiene un hilo conductor, los grandes “pecados” de Bragachini fueron promover las exportaciones de maquinaria agrícola a Venezuela (y a otros lugares del mundo) en aquellos primeros años del gobierno kirchnerista.
Bragachini también cometió la osadía de sugerirle a la ex presidente Cristina Kirchner que el camino para el desarrollo nacional era “industrializar la ruralidad”. Es decir, agregar valor a las materias primas para generar trabajo y desarrollo genuino cerca de las zonas de producción de materias primas.
Idiotas estos tipos que dividen. Idiotas. “Industrializar la ruralidad” o ser “supermercado del mundo” es exactamente lo mismo. Los que cambian son los políticos que utilizan las convicciones de Mario como simples latiguillos. Los que faltan son políticos que crean que realmente ese es el camino.
“Con profunda tristeza y desconcierto lamentamos comunicar que falleció Mario Bragachini, uno de los mayores referentes del Inta que se brindó enteramente y con pasión a esta institución y con el claro anhelo del desarrollo productivo argentino y de la maquinaria agrícola”, informaron sus compañeros del INTA.
Los periodistas agropecuarios también nos conmovimos con la partida de Bragachini. No solo por la robustez de sus ideas sino por era capaz de quedarse largo rato charlando con nosotros, explicándonos y tratando de empaparnos de estas convicciones. En Bichos de Campo lo homenajeamos compartiendo la última entrevista que le hicimos hace pocos meses en el congreso nacional de extrusoras, en Santa Fe, otros de los modos que él había promovido para añadirle valor local a la soja.
Esta entrevista y muchas otras son testimonio de sus convicciones e ideas, que siguen más vivas que nunca: