La semana pasada la Secretaría de Comercio Interior –a cargo de Roberto Feletti– determinó, al momento de instrumentar el funcionamiento del “Fondo Estabilizador del Trigo Argentino”, que los molinos que deseaban cobrar subsidios debían renunciar a los reclamos judiciales relativos a las compensaciones adeudadas de la ex ONCCA.
Concretamente, la norma en cuestión indicaba que los molinos, para poder recibir el subsidio, deberían firmar una declaración en la cual, entre varios requisitos formales, se indicase que no tienen juicios ni conflictos de interés con el Estado Nacional.
Desde Bichos de Campo advertimos entonces que grandes compañías molineras como Morixe, Molino Cañuelas y Lagomarsino tienen en curso causas judiciales contra el Estado nacional por compensaciones adeudadas por la ex ONCCA.
“¿Tendrán que desistir de las mismas para poder recibir los subsidios? Veremos”, dijimos una semana atrás desde este medio. Y, efectivamente, hoy estamos viendo que eso finalmente no será así.
Hoy jueves se publicó una nueva resolución (439/2022) en la cual, por arte de magia, la indicación relativa a los juicios contra el Estado desapareció, con lo cual los molinos pueden seguir con las demandas judiciales en curso y cobrar sin problemas los subsidios.
En los fundamentos de la nueva resolución se manifiesta que “resulta pertinente efectuar ajustes a los requisitos que deben cumplimentar los postulantes a destinatarios a fin de dotar de mayor agilidad la operatoria”, sin dar mayores detalles sobre el cambio normativo instrumentado.
El “Fondo Estabilizador del Trigo Argentino”, gestionado a través de un fideicomiso, se alimenta con aportes provenientes de una alícuota de dos puntos porcentuales de derechos de exportación aplicados sobre las ventas externas de harina y aceite de soja, además de un punto porcentual sobre las colocaciones de biodiésel (que en la Argentina se elabora con aceite de soja).