El agrónomo santafesino Marcelo Payta ingresó al INTA Reconquista como investigador en el año 2004. Luego de radicarse por cinco años en Australia, en donde obtuvo su doctorado, regresó al país con ánimos de potenciar a esta Institución y a sus equipos de trabajo. Durante años fue uno de los principales investigadores en algodón, hasta que -durante la renovación de cargos en 2019, pocos meses antes del inicio de la pandemia-, se decidió a concursar para el puesto de director. Para su sorpresa fue seleccionado. Hoy lleva adelante esa estación con especial foco en el trabajo participativo y apela a modos bastante singulares de trabajo.
“Vengo del equipo e investigación en algodón donde armamos un lindo equipo interdisciplinario, vinculados a todo el clúster algodonero santafecino. Antes de la pandemia, una parte del tiempo del equipo era destinado a la gestión y otra a la cuestión técnica. En uno de los concursos sistemáticos del INTA me presenté con una propuesta de gestión diferente de la que veníamos teniendo. Hoy estamos pensando en logros colectivos por sobre los individuales. Implica pensar en equipos de trabajo”, dijoPayta a Bichos de Campo.
Esta búsqueda de avances colectivos no supone que cada especialista deba dejar su temática particular de lado, sino que, dentro de un plan de trabajo específico, pueda poner en común sus objetivos con los del resto de los investigadores.
“Eso nos permite mirar el todo y priorizar recursos, equipamientos, temáticas a abordar, acompañamientos de los equipos, entre otras cuestiones. Estamos trabajando también con la planificación. Este es el segundo año que trabajamos con los famosos POAS, es decir las planificaciones operativas anuales de todo el personal, ya sean administrativos, investigadores o extensionistas. Esto nos ayuda a identificar los fondos a los que podemos acceder desde la va institucional y cuales podemos buscar desde la cooperadora”, explicó el agrónomo.
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El INTA Reconquista -que incluye a todo el norte provincial, particularmente a los departamentos de 9 de Julio, Vera, General Obligado y San Javier- cuenta con más de 1200 hectáreas de producción agrícola y ganadera administradas por una asociación cooperadora, que apoya todas las líneas de trabajo que se realizan. Además de su financiación, la institución cuenta con vinculaciones extrapresupuestarias.
Uno de los puntos clave de la nueva gestión ha sido la comunicación para con la comunidad. “Todos llevamos adelante diferentes procesos en pos de responder a demandas territoriales. Hay que contar procesos y compartir más la información en la que venimos trabajando, que lógicamente es mucha. El INTA tiene que estar trabajando abiertamente, como lo hizo siempre, y también considerar otros actores”, afirmó Payta.
Es así que la entidad realizó incluso una “bicicleteada” para los habitantes de las ciudades de Avellaneda y Reconquista, con el objetivo de dar a conocer los distintos trabajos que se están realizando al interior de la experimental.
“Había gente que no conocía al INTA. Creemos que este tipo de instituciones públicas de ciencia y técnica tienen que estar abiertas a la comunidad en general”, reconoció el director.
El INTA Reconquista inauguró un laboratorio de ecofisiología durante la pandemia ¿Para qué sirve?
Otra de las iniciativas que se impulsaron en esta nueva gestión tuvo que ver con la constitución de comités al interior de la entidad, que permitieran unir a los trabajadores alrededor de distintas temática de interés.
Uno apunta a tratar las cuestiones edilicias; otro a acompañar en todo lo que tiene que ver con la redacción de proyectos y publicaciones; un tercero está focalizado en la revista que tiene el INTA; otro está vinculado a la interacción con la comunidad, y un quinto dedicado exclusivamente al desempeño personal y profesional de los trabajadores.
-¿Crees que el INTA debe estar ideologizado?- le preguntamos a Payta.
-No, creo que la ciencia y la técnica son transversales, se tienen que mantener en el tiempo y deben responder a múltiples demandas de todo el abanico en la comunidad. Ciencia y técnica van por la línea de la generación de información, de acompañar al productor y al usuario de la información.
-¿Ya se notan mejoras con los cambios que impulsaste?
-Sí. Algunas toman más tiempo que otras. Las mejoras que tienen que ver con lo tangible son las primeras que se ven. Las que tienen que ver con lo organizacional, con el uso de recursos o el pensar en equipos, se empiezan a notar más o menos rápido.
-Estabas en Australia y tenías posibilidades allá… ¿Por qué decidiste volver?
-Creo que es un desafío interesante volver. Hay tantas cosas por hacer y tantos desafíos, al igual que quedarse.
-¿Es posible quedarse?
-Si, tenés que transitar un camino de construcción. Va a ser trabajoso pero es posible.
-¿Sos feliz trabajando en el INTA?
-Totalmente feliz. Creo que hay muchas cosas que se están haciendo y logrando sin perder de vista nuestro objetivo como institución, trabajando para el sector agropecuario y la comunidad en su conjunto. La satisfacción viene por ahí.