El congreso de Aapresid (Asociación de Productores en Siembra Directa) ha sido siempre -al menos en las últimas tres décadas- un faro en la discusión agrícola en la Argentina. Y por eso reúne, como está sucediendo de nuevo en Buenos Aires, a miles de técnicos, productores y científicos vinculados con la actividad que inyecta la mitad de las divisas generadas por el país. La convocatoria no está en crisis ni mucho menos, los temas de debate son convocantes.
En ese contexto, Bichos de Campo tuvo un mano a mano con Marcelo Torres, el actual presidente de la organización de productores que hace 33 años comenzó con estas reuniones anuales, para difundir el uso de la siembra directa como método de producción que, al prescindir del arado y de la rotura de suelos, evita la dramática erosión de los suelos tanto por agua como por viento. Ese era un problema recurrente en la región productiva argentina, hasta que se terminó de imponer la Siembra Directa (SD), que llegó a ocupar 95% de la superficie sembrada hasta hace pocos años.
Pero hace varias campañas ya que ese porcentaje retrocede y su ubica ya más cerca del 80% que del 90%, con descensos muy bruscos hasta la mitad de los lotes en algunas zonas puntuales donde los productores sienten que no queda más remedio que volver a la labranza convencional, para evitar tres problemas recurrentes de la agricultura moderna: la aparición de malezas resistentes, la compactación del suelo y el alto costo de los tratamientos químicos para sostener limpio el barbecho.
Inevitable preguntar a Torres primero sobre ese punto.
-¿En Aapresid comparten los números que tiraron algunos analistas sobre una reducción de la superfcie con siembra directa?
-Hay un avance de la labranza, sin dudas. Es atribuirle a varios factores. Primero, venos que el productor está en una pelea de 1 round, se pregunta solamente ¿cómo sobrevivo a esta campaña? Así se pierde visión de largo plazo. La otra causa es, tal vez, que los jóvenes no tengan la experiencia de haber visto lo que hace la labranza: la erosión eólica, la voladura de campo. Han pasado muchos años y quizás no son conscientes del daño aquel, porque por ahí no lo vieron, como lo vimos nosotros. Las cárcavas (grandes grietas sobre la tierra) en la zona con pendiente.
-¿Cómo enfrentan esa mirada de urgencia?
-Nosotros tenemos una diplomatura en la Universidad Nacional de Mar del Plata, sobre la siembra directa, que es un un mix de productores y asesores de Aapresid y profesores de la facultad, dando un poco esta mirada sistémica. Y lo mismo vamos a hacer con la de Universidad de Rosario y otras universidades. Yo creo que hay que recuperar una mirada sistémica. Hay que esperar además que el productor salga de esta coyuntura, que lo obliga a hacer una agricultura defensiva, y pueda mirar con más esperanza a mediano plazo. Quizás todo esto ayude a revertir este avance de la labranza.
-En esa mirada de largo plazo, ¿no es necesario también revisar cierto agotamiento del modelo agrícola que propuso siembra directa, soja y herbicidas? En los últimos congresos de Aapresid se proponía revisar todo eso justamente…
-Eso es válido si yo dijera que la siembra directa es la única herramienta. Pero nosotros ya hace tiempo que vimos que la siembra erecta no alcanza contra la compactación del suelo o las malezas resistentes. Pero sí, obviamente, la directa es un pilar fundamental, pero no alcanza sola. Hay que poner rotación de cultivos, mayor diversidad, cultivos de servicios, mantener los campos verdes y vivos la mayor cantidad de tiempo posible, y ese es un trabajo que estamos haciendo y que hay que seguir haciendo.
-La superficie con cultivos de cobertura en reemplazo de barbechos también ha decrecido estos últimos años de sequía. ¿Los cultivos de servicio sigue siendo una opción? ¿El objetivo sigue siendo 100% verde?
-Bueno, el 100% verde es una figura, pero no siempre se puede tener el 100% verde, depende la zona. En zonas más semiáridas no se puede ser 100%, pero me encantaría mostrarles la zona de Bahía Blanca, de La Pampa, cómo los productores están empezando a intensificar también la secuencia, aún en esos zonas que llueven 400 o 500 milímetros por año. Siempre se puede incorporar opciones de cultivos de servicio, reducir los barbechos.
-Hay gente vinculada históricamente a Aapresid que tiene cargos de conducción en el INTA y ahora en el Senasa. ¿Esto no implica una vinculación institucional de la entidad con este gobierno?
-No, no, para nada. Eso es algo que me gusta aclarar. Te digo la verdad, no tenemos manera nosotros de interferir en las medidas que se puedan llegar a tomar. Sí, y lo dije varias veces, nos parece que tiene que ser hacia un INTA moderno, descentralizado, conectado con su territorio, enfocado en tecnología agropecuaria. Esa es nuestra mirada, estamos dispuestos a darla en los espacios que nos den para opinar. Pero Aapresid ni siquiera formaba parte del Consejo Directivo Nacional del INTA, ni de los consejos regionales, porque fueron creados antes que Aapresid. Y si bien Nicolás Bronzovich (el actual presidente del organismo tecnológico) fue directivo de Aapresid, y es amigo, está elegido ahí por sus méritos. Pero Aapresid no por eso tiene una conexión directa ni puede decir esta es la medida que hay que tomar para movilizar al INTA o no.
-¿Qué les gustaría que pase con el INTA?
-También lo dije varias veces, es querer un INTA moderno y actualizado. Aapresid tuvo que repensarse ochocientas veces hasta llegar acá, y se tiene que seguir repensando. A cualquier organismo, actor, institución le pasa, y el INTA no es la excepción. Sí está pasando ahora que se intenta ir por el cambio, se intenta ir por caminos diferentes. Habrá que analizar si esos caminos nos conducen a mejores cosas. Lo que hay que tener es una visión clara. En función de tener esa visión clara, hay que traccionar los cambios en función de eso.
-Están de acuerdo con un cambio. ¿Pero están de acuerdo con un desmantelamiento del INTA?
-No, en absoluto.
-¿Y con SENASA qué les gustaría que pase? Ahora tiene a una expresidente de Aapresid, Pilu Giraudo, como flamante presidenta del organismo.
-Bueno, ahí tendría que estudiarlo más, lo tengo más claro. Conozco bien el tema del INTA, el tema de SENASA es muy técnico, seguramente que haya mucho para hacer, reducir la burocracia. Pero es un tema muy técnico, muy profundo como para opinar, me gustaría meterme más en el tema.